domingo, 23 de mayo de 2010

Reconstrucciones de las temperaturas de los 2.000 últimos años

Reconstruir las temperaturas de los tiempos pasados mediante lo que los anglófonos llaman “proxies”, es decir, mediante métodos indirectos, no es cosa fácil. Sin embargo, este tipo de reconstrucción tiene mucha importancia, ya que puede permitir correlacionar la evolución de las temperaturas con la radiación solar (para épocas preindustriales, por ejemplo), o bien el nivel del mar con la temperatura global. En este último caso, esta correlación puede servir para calcular cual será el nivel del mar resultante de una subida de temperatura.

Las reconstrucciones del clima están normalmente basadas en varias fuentes, como cilindros de hielo (ice cores), anillos de los árboles y sedimentos. Los datos de los anillos de los árboles, como son los más abundantes para los períodos relativamente recientes, tienden a ser dominantes en las reconstrucciones. Pero hay razones para creer que los datos de los anillos de los árboles pueden no captar correctamente los cambios de temperatura a largo plazo.

Examinaremos tres de estas reconstrucciones: la de Loehle, la de Mann & Jones y la de Moberg.

El documento A 2000-year Global Temperature Reconstruction Base don Non-treering Proxies, de Craig Loehle, publicado en 2007, no usa datos provenientes de los anillos de los árboles. Usa datos de 18 puntos repartidos entre el hemisferio norte y el sur, basados tanto en cilindros de hielo, como en el polen, en la relación Mg/Ca de los sedimentos, diatomeas, O18, etc. Los resultados son presentados globalmente para toda la Tierra, promediados de 30 años. Observamos que la amplitud de las temperaturas es de 1,2 ºC (de + 0,58 ºC para el año 870 a – 0,61 para el año 1620)

La reconstrucción de Mann & Jones, Global Surface Temperatures over the Past Two Millennia, publicado en 2003, distingue los hemisferios norte y sur. Emplea 23 diferentes “proxies”, y estudia 8 regiones del hemisferio norte y 5 del hemisferio sur. Publica los resultados año por año desde el año 200 hasta el 1980 de nuestra era. En las figuras indicamos, además de los valores anuales, las medias móviles de 40 años. En estas últimas observamos que la amplitud de las temperaturas globales es de 0,4 ºC (de + 0,09 ºC para el período 635-694 hasta – 0,35 ºC para el período 1433-1472). Es muy interesante en esa reconstrucción ver que la evolución de las temperaturas ha sido muy diferente en el hemisferio norte, con un período cálido medieval y una pequeña edad del hielo muy marcadas, y el hemisferio sur, cuyo máximo se encuentra cien años antes que en el hemisferio norte, y donde la pequeña edad del hielo no aparece hasta bien entrado el siglo XX, y es de muy pequeña duración.



Finalmente, la reconstrucción de Moberg, Highly variable Northern Hemisphere Temperatures Reconstructed from Low- and High-resolution Proxy Data, publicado en 2005, sólo se refiere al hemisferio norte. Utiliza 11 zonas con “proxies” de baja resolución y 7 donde se estudian los anillos de los árboles. Publica los resultados año por año desde el año 200 hasta el 1979. En la figura hemos indicado los valores anuales, la media móvil de 30 años y la tendencia. Los valores de esta media móvil presentan una amplitud de 0,8 ºC (de + 0,02 ºC para el período 1003-1032 hasta – 0,70 ºC para el período 1571-1600).

Estas reconstrucciones presentan diferencias notables, entre ellas la de tener una amplitud de temperaturas muy diferente. Según cual sea la reconstrucción que utilicemos para obtener correlaciones, bien con el nivel del mar, bien con la radiación solar, es evidente que los resultados que obtendremos serán muy distintos.

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