viernes, 11 de noviembre de 2016

Una predicción para el año 2100 si seguimos aumentando la emisión de gases de efecto invernadero


El aumento de las concentraciones atmosféricas de CO2 causa un desequilibrio en el balance de calor de la Tierra: se retiene más calor del que se expulsa, lo que a su vez genera un calentamiento global de la superficie. La sensibilidad climática es un término utilizado para describir la cantidad de calentamiento que se espera que resulte después de un aumento en la concentración de CO2. Este número se calcula tradicionalmente utilizando modelos informáticos complejos del sistema climático, pero a pesar de décadas de trabajo, el número sigue siendo objeto de incertidumbre.

Los valores de la sensibilidad climática a un aumento del 100 % del CO2 atmosférico varían entre 1 y 6 C.

Un nuevo estudio, “Non-linear climate sensitivity and its implications for future greenhouse warming”, adopta un enfoque diferente en el cálculo de la sensibilidad climática, utilizando datos de la historia de la Tierra. Los investigadores examinan varias reconstrucciones de temperaturas pasadas y niveles de CO2 para determinar cómo el sistema climático ha respondido a cambios previos en su balance energético.

El primer paso fue reconstruir la historia de las temperaturas medias globales durante los últimos 784.000 años, que cubren los últimos ocho ciclos glaciales.

El segundo paso consistió en calcular el balance energético de la Tierra para este período de tiempo, utilizando estimaciones de las concentraciones de gases de efecto invernadero extraídas de burbujas de aire en núcleos de hielo e incorporando factores astronómicos conocidos como Ciclos Milankovitch que afectan el balance de calor planetario.

Los resultados que han encontrado implican que la sensibilidad de la Tierra a las variaciones del CO2 atmosférico aumenta a medida que el clima se calienta.






En la actualidad, nuestro planeta está en una fase cálida -un período interglacial- y la creciente sensibilidad climática asociada debe tenerse en cuenta para proyecciones futuras de calentamiento inducidas por las actividades humanas.

Utilizando estas estimaciones basadas en la sensibilidad paleoclimática de la Tierra, los autores han calculado el calentamiento durante los próximos 85 años, en un escenario de emisión de gases de efecto invernadero RCP8.5, representativo de unas emisiones crecientes de gases de efecto invernadero, con una concentración de CO2 a finales de siglo de 900 ppm, y han encontrado que, para el año 2100, las temperaturas globales aumentarán 5.9 °C por encima de los valores preindustriales. Esta magnitud del calentamiento se encuentra en el rango superior de estimaciones presentado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).

Se trata de la temperatura más alta alcanzada en el planeta en los últimos 784.000 años.