Mucha gente cree que la
economía mundial continuará como antes, después de que uno u otro bando gane la
guerra. En realidad, nos enfrentamos a una situación sin salida. No importa
cuál sea el resultado, la economía mundial estará peor después de que termine
la contienda.
El problema al que se
enfrenta la economía mundial es el agotamiento de muchos tipos de recursos
simultáneamente. Este agotamiento se ve agravado por el aumento de la
población, lo que significa que los recursos disponibles deben proporcionar una
vida adecuada a un número cada vez mayor de habitantes del mundo. Debido al
agotamiento, la economía mundial está llegando a un punto en el que ya no puede
crecer como lo hacía en el pasado. Es probable que la inflación, la escasez de
alimentos y los apagones continuos se conviertan en problemas cada vez mayores
en muchas partes del mundo. Con el tiempo, es probable que la población
disminuya.
En un mundo con recursos
inadecuados en relación con la población, es probable que los conflictos armados
sean cada vez más comunes.
El conflicto Rusia-Ucrania es
un ejemplo de un conflicto asociado a los recursos. Los aliados que pertenecen
a la organización de la OTAN han optado por escalar el conflicto Rusia-Ucrania,
en parte, porque la existencia del conflicto ayuda a ocultar la escasez de
recursos y los altos precios que ya se están produciendo. No importa cómo acabe
la guerra, el problema de la escasez de recursos seguirá existiendo. Por lo
tanto, el conflicto no puede terminar bien.
Existe un gran problema de
agotamiento de recursos que las autoridades de muchos países conocen desde hace
mucho tiempo. El problema es tan aterrador que las autoridades han optado por
no explicarlo a la población en general.
Los medios convencionales
prácticamente nunca mencionan que existe un problema importante con el
agotamiento de los recursos. Además del petróleo, el carbón y el gas natural,
los recursos con límites incluyen muchos otros minerales, como el cobre, el
litio y el níquel. Otros recursos, incluidos el agua dulce y los minerales
utilizados para fertilizantes, también están disponibles en cantidades
limitadas. Los medios no nos dicen que no hay evidencia de que realmente se
pueda hacer una transición a una economía baja en carbono.
El gran problema del
agotamiento es la asequibilidad de los productos finales elaborados con
recursos de alto precio. El costo de extracción aumenta, pero la capacidad de
los ciudadanos del mundo para pagar los productos finales elaborados con estos
recursos de alto costo no aumenta. Los precios de las materias primas no suben
lo suficiente para cubrir el costo creciente de extracción. Cuando se alcanza
este límite de asequibilidad, son los países extractores de recursos, como
Rusia, los que se encuentran en una situación terrible con respecto al
bienestar de sus poblaciones.
El gran problema que surge
debido al agotamiento es, por tanto, un conflicto de precios. Las empresas que extraen
recursos necesitan precios elevados para poder reinvertir en nuevas minas, en
ubicaciones cada vez más costosas, pero los consumidores no pueden permitirse
estos precios elevados.
Como resultado del
agotamiento, se necesitan más horas de trabajo, más tiempo de máquinas y un
mayor uso de productos energéticos para extraer la misma cantidad de un recurso
dado que antes se extraía en otro lugar. La eficiencia creciente tiende a
ayudar a los salarios, pero la ineficiencia creciente tiende a funcionar de
manera opuesta: los salarios no aumentan, ciertamente no tan rápido como los
precios de los productos finales.
Como resultado, los
exportadores de materias primas, como Rusia, se ven atrapados: no pueden
aumentar los precios lo suficiente para que las nuevas inversiones sean
rentables. El problema es que los consumidores del mundo no pueden pagar los
altos precios resultantes de artículos esenciales como alimentos, electricidad
y transporte. Rusia afirma disponer de cantidades muy altas de reservas,
especialmente de gas natural y carbón. Sin embargo, es dudoso que estas
reservas puedan realmente extraerse. A medio y largo plazo, los precios de
venta no pueden mantenerse a un nivel suficientemente alto para cubrir el
enorme costo de extraer, transportar y refinar estos recursos.
El crecimiento económico
mundial depende en gran medida del aumento del consumo de energía. La razón de
una fuerte asociación entre el crecimiento del PIB y el crecimiento del consumo
de energía es una razón basada en la física. Producir bienes y dar servicios
requiere el consumo de productos energéticos, porque las leyes de la física nos
dicen que se requiere energía para mover cualquier objeto de un lugar a otro, o
para calentar cualquier objeto.
Es probable que nos
enfrentemos a una economía mundial que colapsa debido a los límites que se
están alcanzando. Agregar sanciones contra Rusia empujará aún más a la economía
mundial en dirección a este colapso.
El presidente de los Estados
Unidos, Joseph Biden, advierte que es probable que haya escasez de alimentos en
muchas partes del mundo como resultado de las sanciones impuestas contra Rusia.
Europa se encuentra entre estas partes del mundo.
La historia del mundo muestra
que las poblaciones de muchas civilizaciones han superado sus posibilidades de
recursos y se han derrumbado. La física señala que este resultado es casi
inevitable.
Los líderes electos necesitan
una historia de crecimiento eterno que puedan contarles a sus ciudadanos, por
lo que se han desarrollado narrativas creativas que sugieren que los humanos
pueden alejarse de los combustibles fósiles si así lo desean. Nadie se detiene
a pensar que las economías no pueden seguir existiendo utilizando una cantidad
de energía mucho menor, como tampoco un ser humano adulto puede arreglárselas
con 500 calorías al día. Ambos son estructuras disipativas; requieren un
consumo continuo de energía. Las fábricas cierran cuando se corta la
electricidad, el diésel y otros productos energéticos.
La economía mundial ya está
al borde del colapso debido a los límites de recursos que está alcanzando.
Detener intencionalmente la producción de Rusia de recursos como fertilizantes
y uranio procesado seguramente empeorará la situación, no la mejorará. Una vez
que se detenga la producción de Rusia, es probable que sea imposible reiniciar
la producción al mismo nivel. Los trabajadores capacitados que pierden sus
trabajos probablemente encontrarán trabajos en otros lugares.
Otro problema importante es la
enorme cantidad de deuda que tienen la mayoría de los países del mundo. Con una
economía mundial que se desacelere rápidamente, el pago de la deuda con
intereses será imposible. Los impagos de la deuda causarán aún más estragos en
el sistema económico mundial.
No sabemos exactamente cuando
sucederá todo esto, pero será, probablemente, más pronto que tarde. La
situación no pinta nada bien.