Estas mediciones sin procesar
se analizan por diversos organismos, entre los que figura Goddard Institute for
Space Studies (GISS), que utiliza un algoritmo que considera la distinta
densidad de estaciones de medida las diversas partes del planeta y los efectos
de las islas de calor urbano que podrían sesgar las conclusiones. De estos
cálculos se deducen las anomalías de temperatura medias tomando como referencia
de 1951 a 1980.
Debido a que las ubicaciones
de las estaciones meteorológicas y las prácticas de medición cambian a lo largo
del tiempo, la interpretación de las diferencias de temperatura media globales
específicas año a año tiene algunas incertidumbres. Teniendo esto en cuenta, la
NASA estima que el cambio medio global de 2018 es preciso en 0,06 °C, con un nivel de certeza del 95%.
Otro organismo que analiza
los datos sin procesar de la NASA es la National Oceanic and Atmospheric
Administration (NOAA). Los científicos de la NOAA utilizan un período de
referencia diferente (base 1901 - 2000) y una interpolación diferente en las
regiones polares de la Tierra y otras regiones pobres en datos.
En ambas series de datos, la
tendencia desde 1980 hasta 2018 es de un aumento de 0,17 °C por década.