viernes, 10 de mayo de 2013

El cambio climático, y no la actividad humana, llevó a la extinción de la megafauna australiana


La mayoría de las especies de animales gigantes que una vez habitaron Australia ya habían desaparecido cuando llegaron los primeros humanos. Ya en 2011, en el artículo Revisiting the late Pleistocene mammalextinction record at Tight Entrance Cave, southwestern Australia, se había evidenciado que de algunas de las especies de la mega fauna australiana no se tenían evidencias de su existencia mucho antes de que aparecieran los hombres, entre 40.000 y 50.000 años atrás.

Un nuevo artículo, Climate change frames debateover the extinction of megafauna in Sahul (Pleistocene Australia-New Guinea), que acaba de publicarse, vuelve sobre el tema.



El continente Sahul

Aproximadamente 90 especies de animales gigantes que habitaron el continente de Sahul, que incluye parte continental de Australia, Nueva Guinea y Tasmania, tierras que estuvieron unidas durante las glaciaciones. Estas especies incluyen el marsupial más grande que jamás haya existido (el Diprotodon, del tamaño de un rinoceronte) y canguros de cara corta tan enormes que ni siquiera podemos estar seguros de que pudieran saltar. Estos animales eran cazados por los goannas, del tamaño de los grandes cocodrilos de agua salada y con saliva tóxica, y por extraños leones marsupiales pero que eran mortales con las afiladas hojas de sus pulgares y sus dientes como potentes alicates.

Reconstrucción artística de un león marsupial

La investigación concluye que solamente de 8 a 14 especies de esta megafauna existían todavía cuando llegaron los primeros humanos. No se han encontrado restos fósiles de unas 50 especies correspondientes a los últimos 130.000 años.


Estudios de núcleos de hielo antárticos, de los niveles antiguos de los lagos del centro de Australia, así como otros indicadores ambientales sugieren que el continente de Sahul, que era en aquellos tiempos se caracterizaba por ser un vasto desierto, experimentó un clima cada vez más árido y errático durante los últimos 450.000 años, lo que causó enormes incendios.


Se sabía que en el continente había habido incendios muy importantes, pero se pensaba que fueron causados por los hombres cuando llegaron. Pero cada vez es más claro que la desaparición de la megafauna australiana tuvo lugar durante decenas, sino cientos, de miles de años, bajo la influencia de un deterioro inexorable, a la vez que errático, del clima.

lunes, 6 de mayo de 2013

Sobre la pausa en el aumento de las temperaturas globales


Interesante el artículo publicado hoy en la Vanguardia sobre la pausa en el aumento de las temperaturas que se registra desde hace unos años. De las distintas hipótesis que se han planteado para explicar esta causa, los expertos consultados se inclinan por la de que la energía adicional debida al aumento del CO2 ha sido absorbida por los océanos en sus capas más profundas.

Dice el articulista que según estudios recientes (que ya hemos comentado hace poco en este blog) esta acumulación de calor en los océanos “se debería a una intensificación de los vientos alisios que ha afectado a los giros subtropicales (circulación meridional de retorno de los océanos), lo que ha propiciado una mayor capacidad de mezcla vertical de las aguas marinas. El resultado es que se ha transferido más calor a las profundidades marinas”.

Opinan los expertos consultados que este calor volverá a salir a la atmósfera, tarde o temprano. Se aventuran a decir que será posiblemente a lo largo de esta misma década, “agudizando, cuando esto suceda, el calentamiento global de la atmósfera”.

Este artículo de la Vanguardia se ha publicado con motivo de que a finales de abril se ha alcanzado prácticamente el nivel de las 400 ppm de CO2 (exactamente, 399,72 el día 29 de abril).


sábado, 4 de mayo de 2013

Las temperaturas globales del primer trimestre


Los datos de las anomalías globales de temperatura publicadas por la NOAA, que toma como referencia la temperatura media del período 1901-2000, muestran que la anomalía del primer trimestre del año 2013 ha sido de + 0,58 ºC, la octava más elevada de la serie.


Los datos de UAH, que toma como referencia la temperatura media del período 1981-2010, y cuyas medidas están realizadas por satélite, dan una anomalía para el primer trimestre 2013 de + 0,29 ºC, la cuarta mas elevada de la serie.


Los datos de GISS, cuya referencia es el período 1951-1980, muestran una anomalía para el primer trimestre 2013 de + 0,57 ºC, la novena más elevada de la serie.