miércoles, 3 de abril de 2019

Las emisiones de CO2 del año 2018

Según la Agencia Internacional de la Energía, las emisiones de CO2 a la atmósfera relacionadas con la producción de energía del año 2018 han sido de 33.200 millones de toneladas, la emisión más alta de la historia.


El aumento tan importante de estas emisiones ha sido debido al aumento de la utilización de combustibles fósiles. Desde el 2013 al 2016, a pesar del aumento del consumo de energía, las emisiones casi no habían aumentado. Esta disociación entre el aumento de la producción de energía y el de las emisiones de CO2 fue principalmente el resultado de importantes mejoras en eficiencia energética y de desarrollo de tecnologías bajas en carbono, lo que provocó una disminución de la demanda de carbón. Pero la dinámica cambió en 2017 y en 2018. No se logró el crecimiento económico por una productividad energética más elevada, sino que las opciones más bajas en carbono no se incrementaron suficientemente rápido para satisfacer el aumento de la demanda.


Por otra parte, la concentración de CO2 en la atmósfera ha pasado de 407 a 409 partes por millón (ppm). Teniendo en cuenta que venimos de una concentración de 316 ppm en 1958, el aumento es muy importante, y ya empieza a tener consecuencias observables.


Es decir, queda claro que, por ahora, las amenazas del calentamiento global debido al aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera no parecen tener ninguna importancia práctica sobre la forma en que el mundo se está desarrollando.