La humedad específica se ha incrementado en las últimas décadas cerca de la superficie de la Tierra (como lo demuestran la figura de 1000 mb), mientras que ha disminuido en la troposfera media y en la superior (como lo demuestran las figuras de 300 mb y de 600 mb). El aumento en la humedad específica en la superficie de la Tierra (1000 mb) está relacionada con las temperaturas de superficie. La disminución de la humedad específica en la troposfera media y en la superior (300 mb) indica que el calentamiento en la superficie de la Tierra no coincide con la teoría del calentamiento debido a las emisiones de CO2, que predice un aumento en la humedad en la alta troposfera (los datos se pueden encontrar aquí) Esto es especialmente así en el hemisferio norte, que ha experimentado la mayor parte del calentamiento en las últimas décadas, mientras que en el hemisferio sur la tendencia en ambas alturas es de una humedad que permanece constante.
Esta es un área importante de controversia en el área de la ciencia del clima, ya que sin la retroalimentación del vapor de agua la teoría del calentamiento global basada en el incremento del CO2 pierde su significado.
Un estudio de 2008 (Dessler, Zhang y Yang: “Water-vapor climate feedback inferred from climate fluctuations, 2003-2008”, Geophysical Research Letters, Vol 35, 2008) establece: "Entre 2003 y 2008, la temperatura global promedio de la superficie de la Tierra presentó una anomalía de 0,6 º C respecto del período 1961-1990. Analizamos aquí la respuesta del vapor de agua troposférico a estas variaciones. ... En la mayor parte de la troposfera, q [humedad específica] aumentó con el aumento promedio de la temperatura global de la superficie, aunque algunas regiones mostraron una respuesta opuesta. .... La retroalimentación del vapor de agua implícita en estas observaciones es muy positiva, con un valor medio de 2,04 vatios/m2, similar a la predicha por los modelos". La figura de la izquierda es la del estudio, y en la de la derecha se la ha superpuesto en rojo la humedad específica anual global en la superficie. Aunque los autores dicen que la temperatura de la superficie ha tenido una anomalía de 0,6 º C, la verdad es que fluctuó hacia arriba y hacia abajo con un ligero cambio neto negativo. Dado que su enfoque está en la superficie y se concentra en un período de tiempo muy corto de 5 años, no apoya la teoría de las emisiones de CO2 de que se requiere un aumento de la humedad específica en la troposfera superior.
Un estudio de 2006 basado en los datos del satélite AIRS (Atmospheric Infrared Sounder, lanzado en mayo del 2.002, es capaz de crear mapas tridimensionales de la temperatura del aire y de la superficie, del vapor de agua y de las propiedades de las nubes), y está realizado por Pierce, Barnett, Fetzner & Gleckler: " Three-dimensional tropospheric water vapor in coupled climate models compared with observations from the AIRS satellite system ", Geophysical Research Letters, Vol. 33, 2006, establece: “Hemos encontrado que la mayoría de los modelos dan unos valores con menos humedad (entre el 10 y el 25 %) que las condiciones observadas en los trópicos a alturas inferiores a los 800 hPa (hectopascal: 1 hPa = 1 mb), pero, en cambio, dan unos valores de humedad demasiado altos entre los 300 y los 600 hPa, espacialmente en las regiones situadas fuera de los trópicos. Esta discrepancia es muy superior a la incertidumbre en los datos de AIRS, por lo que se puede deducir que estas diferencias son debidas a errores sistemáticos en los modelos, que pueden afectar al rango del calentamiento anticipado por los modelos para el próximo siglo”.
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