martes, 31 de diciembre de 2013

El precio de la energía eléctrica del primer trimestre


Acaba de publicarse el precio de la electricidad correspondiente al primer trimestre del año 2014 en el BOE, que son los siguientes para los pequeños consumidores:



Si hacemos una simulación de la factura anual de un consumidor cuya potencia contratada sea de 3.300 vatios y cuyo consumo anual sea de 2.000 kWh sin discriminación horaria, vemos que el aumento para este consumidor habrá sido del 69,6 % desde el primer trimestre de 2006, y que el aumento del primer trimestre de 2014 respecto del tercero de 2013 ha sido del 1,46 %.




Nota: en el histórico de precios hay una “anomalía” en el primer trimestre de 2012, fruto de una sentencia del Supremo que avalaba la tesis de las compañías eléctricas, por lo que hubo que pagar los atrasos correspondientes a una subida anterior que no se hizo.

lunes, 30 de diciembre de 2013

La actividad solar parece no haber sido un actor clave de los cambios climáticos


El cambio climático no ha sido fuertemente influenciado por las variaciones en el calor del sol, según nuevo estudio recientemente publicado, titulado Small influence of solar variability on climate over the past millennium.

Las conclusiones de este estudio contrastan con una visión científica generalizada, que supone que los períodos largos de clima cálido y de clima frío en el pasado podrían haber sido causadas por fluctuaciones periódicas de la actividad solar.

Los autores examinan las causas del cambio climático en el hemisferio norte durante los últimos 1.000 años, y  han llegado a la conclusión que, hasta el año 1800, el principal impulsor de los cambios periódicos en el clima fueron las erupciones volcánicas, que tienden a evitar que la luz solar llegue a la Tierra, causando un clima frío y más seco. Concluyen también que, desde 1900, los gases de invernadero han sido la principal causa del cambio climático.

Los factores determinantes utilizados para el estudio
(a) Datos ópticos aerosol volcánico de Crowley et al.7, mostrando el espesor óptico medio global a 0,55μm.
(b) Total de datos de irradiación estelar de Steinhilber, Beer y Frohlich para 800-1810 y de Wang, Lean y Sheeley para 1810-2000.
(c) Concentración de CO2, N2O, CH4 de Schmidt et al.
(d) Porcentaje de la masa terrestre del planeta (bosque, prados, cultivos) según Pongratz et al.

Los resultados muestran que no se debe esperar que los períodos de baja actividad solar tengan un gran impacto en las temperaturas del planeta (lo que no es de extrañar después que se descubrieran los errores de los primeros satélites de medición de la radiación solar, y que las variaciones de la misma eran mucho menores de lo que se creía) y se espera que sirvan para mejorar la comprensión de los científicos y para ayudar a la predicción del clima.

Los autores realizaron el estudio con los registros de las temperaturas del pasado construidas con datos de anillos de árboles y otras fuentes históricas. Compararon estos datos con modelos informáticos del clima pasado, así como con cambios tanto significativos como de menor importancia en el sol, y dedujeron que la actividad solar ha tenido un impacto mínimo en la temperatura en el último milenio.

(a) simulaciones con todos los forzamientos (rojo y verde) en comparación con un conjunto de reconstrucciones y de medidas instrumentales de anomalías de temperatura (azul). Las grandes erupciones volcánicas se muestran como líneas verticales grises.
(b) la media del conjunto de resultados individuales de los distintos forzamientos (volcénico, gases de efecto invernadero, uso de la tierra, radiación solar) en comparación con el conjunto de las reconstrucciones de temperatura (gris claro).
(c) la contribución simulada de cada forzamiento individual (colores como en b) en los periodos que coinciden con los tres mínimos solares (resaltados en color gris en b, y los últimos 50 años (notar que es una escala diferente) con una incertidumbre del 95%. Un asterisco indica que la contribución de un forzamiento es significativa al nivel del 5%.

Las primas del régimen especial de producción eléctrica


El régimen especial de generación de energía eléctrica comprende los siguientes tipos de generación:

- Cogeneración
- Solar fotovoltaica
- Solar térmica
- Eólica
- Hidráulica
- Biomasa
- Residuos
- Tratamiento de residuos

Entre los años 2008 y 2012, el total de energía eléctrica generada en régimen especial ha sido de 437.485 GWh, y el total de las primas que han recibido ha sido de 32.145 millones de euros, lo que de 0,074 €/kWh.

La energía solar es la que ha recibido mayores primas, 12.715 millones de euros, habiendo producido 33.631 GWh, de los que han tenido derecho a prima 33.361 (RD 14/2010, publicado en el BOE el 24.12.2010, que establece reducciones por los ingresos por producción en 2011, 2012 y 2013 para la energía fotovoltaica), lo que hace que cada kWh primado haya recibido 0,378 €.

La energía eólica ha producido casi la mitad de le energía de régimen especial, 203.675 GWh, y ha recibido 8.505 millones de euros, es decir, 0,042 €/kWh.


En estos últimos días, debido al impacto mediático de los resultados de la subasta de energía eléctrica para el primer trimestre de 2014, que representó un aumento del 11 al 12 % en la tarifa TUR, y que luego fue anulada por el ministerio, se ha hablado mucho de las primas a las energías renovables como principales causantes del déficit de tarifa, que probablemente alcanzará, a finales de año, los 30.000 millones de euros.

Algunos tertulianos han acusado al ex presidente Rodríguez Zapatero del “desmadre” de estas primas, ya que, con su “buenismo”, apostó por las energías renovables, a quienes concedió suculentas primas que ahora tenemos que pagar entre todos los españoles, bien vía tarifas, bien vía impuestos. Gracias a esta generosidad de los socialistas con las energías renovables "gozamos" de uno de los precios de la electricidad más caros de Europa. Ponen como ejemplo las primas al sector fotovoltaico, que son del 575 por ciento durante los primeros 25 años desde su puesta en marcha y 460 por ciento a partir de entonces.

Entre estos tertulianos que acusan a los socialistas están están el ex consejero de la Comunidad de Madrid Francisco Granados (Paco para los amigos, que fue cesado fulminantemente en 2011 y que ahora se ha reconvertido en tertuliano), el economista Carlos Fuentes, de El Mundo, o el periodista Hermann Tertsch, de ABC. Pues bien, el decreto por el que se fijan estas “suculentas primas” a las energías renovables, así como las fórmulas para su revisión en el futuro, es el 436/2004, y fue firmado el día 12 de marzo de 2004, el día después de los atentados de Madrid y dos días antes de que el PP perdiera las elecciones. La firma es del señor Rodrigo de Rato y Figaredo quien, por lo menos aparentemente, no es socialista, lo que demuestra que algunos tertulianos, o ignoran de lo que hablan, o aplican el método que consiste en repetir mil veces una mentira para que la gente (los votantes) crean que es cierta.

Otra cosa es que a los gobiernos del señor Zapatero se les fuera de las manos la potencia instalada en energía solar, pero este es otro tema.


jueves, 19 de diciembre de 2013

El precio de la electricidad


Esta mañana se ha celebrado la subasta de la electricidad para los consumidores domésticos (los que tienen menos de 10 kW de potencia contratada) para el primer trimestre de 2014, y, como era de esperar, ha habido un aumento muy importante, ya que el precio ha pasado de 4,76 a 6,18 céntimos por Kwh, un 29,9% más.

He dicho "como era de esperar" porque estas últimas semanas, el precio de la electricidad en el mercado mayorista ha aumentado considerablemente, haciendo parar la producción de toda una serie de empresas que consumen mucha electricidad ya que no podían asumir el aumento. La explicación que dan es que en estas últimas semanas ha habido poco viento y que hay dos centrales nucleares paradas por mantenimiento, además de un aumento del consumo por el frío.

Esta subasta se realiza sobre la parte del precio que pagamos que corresponde a la producción de la electricidad. Este coste representa algo menos de la mitad de lo que nos facturan. La otra mitad es lo que se llama peaje o parte regulada, que viene fijada por el gobierno, y que comprende las primas a las renovables, las primas al carbón, el transporte de la energía, gastos financieros del déficit tarifario, costes de la insularidad de Baleares y Canarias y otros conceptos menores. Esta parte, según el gobierno, se aumentará un 2%.

De manera que, ponderando los dos aumentos, se puede concluir que si el gobierno central no da un puñetazo sobre la mesa, el recibo de la electricidad aumentará entre un 11 y un 12 % a partir del primero de enero. Un buen modo de desearnos un buen año nuevo. Y una nueva demostración de la ineptitud del ministro Soria.


miércoles, 18 de diciembre de 2013

Lo que el pasado nos dice acerca del incremento del nivel del mar


Investigadores de la Universidad de Southampton y de la Universidad Nacional de Australia han publicado un informe en el que concluyen que la subida del nivel del mar desde la revolución industrial ha sido rápido para los estándares naturales y que, al ritmo actual, puede alcanzar los 80 cm por encima del nivel preindustrial en 2100 y 2,5 metros en 2.200. Se titula “A geological perspective on potential future sea-level rise”.

 Las observaciones históricas muestran un nivel del mar en aumento respecto al año 1.800, al calentarse el agua de mar y al fundirse el agua de los glaciares y campos de hielo que acaba llegando a los océanos. El nivel del mar se eleve actualmente unos tres milímetros por año. Esta cifra puede parecer lenta, pero produce un cambio significativo en el tiempo.

 El equipo utilizó la evidencia geológica de los últimos millones de años para obtener un modelo de la subida natural del nivel de mar. Los resultados se compararon con los datos históricos obtenidos de mareógrafos y de las observaciones por satélite de los cambios del nivel del mar durante el período de "calentamiento global", desde la revolución industrial. Para ello compilaron resultados de los últimos 40 millones de años, que enmarcan períodos más cálidos y más fríos que el período actual.

Subida del nivel del mar “natural” en función de la concentración de CO2 en la atmósfera. La línea negra representa la probabilidad màxima. La franja rosa fuerte la probabilidad del 68 %, y la franja rosa pálida, la probabilidad del 95 %. Vemos en la figura que por debajo de ~350 pm de CO2 el nivel del mar aumenta casi linealmente con el CO2

La curva se vuelve plana hasta que la concentración de CO2 alcanza 700 ppm, por encima de la cual el nivel del mar aumenta de nuevo. La “meseta” entre 350 y 700 ppm, con un nivel del mar de 22 metros sobre el nivel actual (+13, -12), probablemente representa un estado climático en el que las capas de hielo de Groenlandia, Antártida Oeste y las zonas marítimas de la Antártida Este se redujeron de manera importante o llegaron a desaparecer. Las capas de hielo de la Antártida Este son mucho más estables, y solo contribuyen de manera significativa al aumento del nivel del mar cuando la concentración de CO2 supera las 700 ppm. Con los niveles actuales de CO2, relativamente cercanos a 400 ppm, a largo plazo el nivel del mar debería alcanzar un nivel de 24 (+7 -15) metros sobre el nivel actual, con una probabilidad del 68 %. Resta a saber cual sería la escala de tiempo en el que esta subida del nivel del mar se produciría. Esta escala de tiempo es difícil de conocer, ya que el aumento actual del nivel de CO2 no tiene precedentes en la historia geológica.

Para responder a esta cuestión hay que ir a períodos en los que el volumen de hielo global fue similar al actual. Los últimos cinco períodos glaciares contienen dos períodos interglaciares en que la temperatura fue 2ºC superior a la temperatura preindustrial, con un nivel del mar superior en 10 metros al nivel actual. Hay pocos datos del interglacial más antiguo, que ocurrió hace unos 404.000 años, pero el último período interglacial (hace 130.000 a 115.000 años) ha sido muy estudiado. La temperatura global fue de 1±0,5ºC superior a la preindustrial, y el nivel del mar llegó a los 6-9 metros por encima del actual, lo que implica una reducción del volumen del hielo de 10 a 15 % respecto del actual. Basados en el comportamiento de este último interglacial, los autores concluyen que, con una probabilidad del 68 %, el aumento del nivel del mar en el año 2.100 sería de 0,8 metros, y de 2 a 2,5 metros en el año 2.200, pudiendo llegar a los 8 o 10 metros en el año 2.500.

El patrón de fondo natural de las pruebas geológicas no debe ser confundido con una predicción basada en modelos, ya que utiliza datos para ilustrar lo rápido que el nivel del mar podría cambiar si sólo hubiera procesos normales, naturales. No hay especulaciones acerca de nuevos mecanismos que podrían ocurrir a causa del calentamiento global hecho por el hombre. En pocas palabras, los autores dicen que consideran meramente lo que la naturaleza ha hecho antes, y por lo tanto, podría hacer de nuevo. Aunque rápido, el aumento del nivel del mar observado en los últimos años todavía se encuentra en el “área de distribución natural”. Mientras estemos dentro de este rango, nuestra comprensión actual de la pérdida de masa de hielo puede considerarse adecuada. El monitoreo continuo de la subida del nivel del mar futura va a mostrar si y cuando empieza a estar fuera del área de distribución natural, es decir, si la velocidad a la que aumenta la concentración de CO2 causa retroalimentaciones positivas que no se produjeron cuando la concentración de CO2 aumentó mucho más lentamente. Si eso sucede, entonces esto significará que nuestra comprensión actual se queda corta, quizá con consecuencias graves.

Ageological perspective on potential future sea-level rise


viernes, 6 de diciembre de 2013

La innovación humana en la Edad de Piedra Media está vinculada a cambios climáticos rápidos


Un estudio publicado hace pocos meses, Developmentof Middle Stone Age innovation linked to rapid climate change, presenta la prueba más convincente hasta la fecha de que el cambio climático abrupto fue clave en el desarrollo de la evolución humana.

El rápido cambio climático durante la Edad de Piedra Media, entre hace 80.000 y 40.000 años, desató oleadas de innovación cultural en las primeras poblaciones humanas modernas.

Los científicos estudiaron un testigo (core) de sedimento marino de la costa de África del Sur y reconstruyeron la variabilidad del clima terrestre de la zona en los últimos 100.000 años, y encontraron que Sudáfrica experimentó transiciones climáticas rápidas hacia condiciones más húmedas a la vez que el hemisferio norte experimentó condiciones de frío extremo.

Localización del testigo de sedimento marino (CD154-17-17K) y de los sitios arqueológicos estudiados

Estos grandes eventos de enfriamiento del hemisferio norte se han vinculado a un cambio en la circulación del Océano Atlántico, que llevó a una reducción del transporte de agua tibia hacia las altas latitudes del norte. En respuesta a este enfriamiento del hemisferio norte, grandes zonas del África subsahariana experimentaron condiciones muy secas.

Con los nuevos datos del estudio citado se observa que, en contraste con el África subsahariana, el clima de Sudáfrica respondió en la dirección opuesta, con un aumento de las lluvias, que puede estar asociado con un desplazamiento hacia el sur, a nivel mundial, del cinturón del monzón tropical.

Variabilidad moderna de las lluvias en África (a – enero, b – agosto)

Comparando la época de estos pulsos húmedos que ocurrieron rápidamente con los datos arqueológicos, se encontraron coincidencias notables, ya que las épocas de la aparición de varias de las principales industrias de la Edad de Piedra Media coincidieron fuertemente  con la aparición de los períodos de aumento de las lluvias. Del mismo modo, la desaparición de las industrias parece coincidir con la transición a condiciones climáticas secas.



a)        Fechas de innovaciones en la Edad de Piedra Media en Sudáfrica, que coinciden con los eventos Heinrich  HS4-6 y los períodos fríos 19 y 20 de Groenlandia.
b)        δ18O correspondiente a los testigos NGRIP de Groenlandia. Los números indican los períodos cálidos.
c)        δ18O de las cuevas Hulu y Sanbao, en China, que muestran el sincronismo entre la variabilidad del monzón asiático y la del clima del Atlántico Norte (en verde)
d)        Fe/K del testigo CD154-17-17K, que refleja que los ríos descargaban más agua al mar durante los períodos fríos del hemisferio norte (en rojo).
e)        δ18O del testigo CD154-17-17K (en rojo), comparado con δD de EPICA (en azul), con indicación de los MIS (Marine Isotope Stages)


Esta correspondencia entre mejorías climáticas y las innovaciones culturales apoya la opinión de que el crecimiento demográfico impulsó los cambios culturales, a través de un aumento de las interacciones humanas.

El registro arqueológico de Sudáfrica es muy importante, ya que muestra algunas de las evidencias más antiguas de la conducta moderna en los primeros seres humanos . Esto incluye el uso de símbolos, que se ha relacionado con el desarrollo de un lenguaje complejo y adornos personales hechos de conchas marinas.

La calidad de los datos del sur de África ha permitido hacer estas correlaciones entre el clima y el cambio de comportamiento, pero se requerirá de datos comparables de otras áreas antes de que podamos decir si esta región fue la única importante en el desarrollo de la cultura humana moderna.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Balance de las emisiones y sumideros de CO2


Global Carbon Budget acaba de publicar su informe del año 2013, en el que dan los datos de emisiones y sumideros de CO2 desde el año 1959 hasta las estimaciones del año 2012.

Las emisiones corresponden a combustibles fósiles y al cambio de uso de la tierra. Los destinos son los sumideros de los océanos y de la tierra y el CO2 que queda en la atmósfera.

Los gráficos están dados en Gt de C (miles de millones de toneladas de carbono). Para obtener Gt de CO2 hay que multiplicar por 3,664.

Las emisiones de dióxido de carbono procedentes de la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento se incrementaron en un 2,1% en 2012, con un total de 9,7 ± 0,5 Gt emitido a la atmósfera, un 58% por encima de las emisiones de 1990 (el año de referencia del Protocolo de Kioto). Se prevé que las emisiones aumenten otro 2,1% en 2013. En 2012, el océano y los sumideros de carbono terrestres absorbieron respectivamente 28% y 23% del total del CO2 emitido. El sumidero de la tierra en 2012 fue significativamente menor que en 2011, en que fue del 38 %, un año con un fuerte evento climático de La Niña.





Las emisiones de CO2 procedentes de la deforestación y de otros cambios en el uso de la tierra fueron de 0,9±0,5 Gt de C en promedio durante el período 2003-2012, mientras que fue de 1,4±0,5 Gt de C en la década de los 90.

De las emisiones totales provenientes de las actividades humanas durante el período 2003-2012, el 45 % se acumularon en la atmósfera, el 27 % en los océanos y el 27 % en la tierra. La parte correspondiente a los océanos se calcula usando observaciones del período 1990-2000 y seis modelos bioquímicos globales, mientras que la parte correspondiente a la tierra es la diferencia entre las emisiones y lo absorbido por l’s océanos y lo que queda en la atmósfera.


domingo, 17 de noviembre de 2013

Importaciones, exportaciones y consumo de petróleo y gas en España


El consumo de productos petrolíferos en España ha caído un 20 % en los últimos cinco años, desde su máximo en el año 2007. Las importaciones de crudo aumentaron el año 2012, así como las de productos intermedios, mientras que el saldo de las importaciones y exportaciones de productos finales (gasolinas, gasóleos, querosenos, fuel, etc.) fue exportador por primera vez en el año 2012.

A setiembre de 2013, el consumo de productos petrolíferos acumulado del año es de 40,7 millones de toneladas, y las importaciones de crudo han sido de 44,7 millones de toneladas.



Por lo que se refiere al gas natural, el consumo pasó de 450.700 GWh en 2008 a 365.400 en 2012, una caída del 19 %, parcialmente compensada por las exportaciones. Esta caída del consumo se debe a la generación eléctrica, ya que las centrales de gas de ciclo combinado producen cada vez menos para consumir energía eólica. El consumo convencional de gas, en cambio, experimentó un aumento en 2012.

Las importaciones de gas licuado son las que han disminuido, mientras que las de gas han aumentado en 2012 respecto de los años anteriores. La producción propia es marginal.

A setiembre de 2013, el consumo de gas acumulado del año es de 244.700 GWh, de los que 39.200 corresponden a la generación eléctrica.



viernes, 15 de noviembre de 2013

¿El calentamiento desde los años 50 fue causado en parte por El Niño?


Se acaba de publicar el artículo The Role of ENSO in Global Ocean TemperatureChanges During 1955-2011 Simulated with a 1D Climate Model, uno de cuyos autores es Roy Spencer, bien conocido por ser un escéptico respecto al origen antropológico del calentamiento global.

Roy Spencer sostiene desde hace tiempo que buena parte del calentamiento global observado en los últimos 50 años es un fenómeno natural, fundamentalmente debido a la variación de la capa de nubes. También es conocido por haber creado un modelo simple del clima, que cualquiera puede descargarse en su ordenador, que permite hacer simulaciones.

En este artículo se utiliza este programa para hacer varias simulaciones. En la primera se usan los forzamientos radiativos utilizados por el IPCC, con la suposición de que son los únicos forzamientos que han causado el calentamiento desde los años 50: se ha hecho funcionar el modelo con miles de sensibilidad climática y de mezcla oceánica para aproximarse lo más posible a la curva real de temperatura media de los océanos, y se obtiene una sensibilidad del clima de 2,2 ºC al doblar la concentración de CO2, algo parecido a lo que obtienen los modelos del IPCC. Esta simulación sirve para comprobar que el modelo da respuestas parecidas a los modelos de mayor complejidad.

En una segunda simulación, se añade el efecto de El Niño La Niña (tomando el Multivariate Enso Index, MEI), como un cambio en la mezcla oceánica solamente: básicamente, se calientan en el modelo proporcionalmente al valor del MEI los 100 metros superiores del océano y se enfría la capa entre 100 y 200 m si el índice es positivo (El Niño), y se hace lo contrario si el índice es negativo (La Niña). En esta segunda simulación, la sensibilidad climática se reduce a 2,0 ºC.

Finalmente, en la tercera simulación se utiliza El Niño La Niña como forzamiento radiativo, es decir, como un parámetro de retroalimentación que determina cuanta energía se pierde en el espacio como consecuencia del calentamiento (o del enfriamiento), suponiendo que El Niño La Niña influyen, a través de las nubes, en el albedo terrestre. Para ello se utilizan los datos proporcionados por el satélite CERES. Básicamente, una parte del calentamiento del Niño es debida a una disminución de las nubes bajas, lo que permite un calentamiento del océano, mientras que en el caso de La Niña, se produce un aumento de las nubes bajas, lo que reduce la radiación solar recibida por el océano. Esta disminución de las nubes bajas se produce unos 9 meses antes del evento El Niño: este decalaje es el que produce una mejor aproximación a las temperaturas observadas del océano. Con esta tercera simulación, la sensibilidad climática es de 1,3 ºC, aproximadamente la mitad del valor que da el IPCC.

Vemos en la figura las temperaturas del océano observadas (Levitus) y las simuladas por el programa en cada una de las tres simulaciones descritas.

Aunque sólo un tercio del cambio de temperaturas en los eventos El Niño La Niña sean debidos al forzamiento radiativo de las nubes y los dos tercios sean debidos a la mezcla del agua en las diferentes capas, este tercio debido a las nubes es suficiente para disminuir la sensibilidad del clima a la mitad, aproximadamente.

Por otra parte, desde hace unos años el índice MEI tiene tendencia a disminuir. Si la teoría de Spencer es cierta, han aumentado las nubes bajas, lo que ha producido un enfriamiento de la superficie terrestre, lo que podría explicar el parón del calentamiento que estamos observando desde hace unos años.


sábado, 9 de noviembre de 2013

El cambio climático pudo haber sido la causa del colapso de las civilizaciones de la Edad de Bronce tardía


El cambio climático puede haber impulsado la caída del otrora florecientes civilizaciones del Mediterráneo oriental hacia el final del siglo 13 antes de Cristo, según un estudio publicado hace pocos meses y titulado Environmental Roots of the Late Bronze Age Crisis.

 Antiguas civilizaciones florecieron en las regiones del Mediterráneo oriental, como Grecia, Siria y áreas vecinas, pero sufrieron graves crisis que llevaron a su colapso durante la Edad de Bronce tardía. La Edad de Bronce tardía en el mundo del Mediterráneo Oriental, una rica vinculación de civilizaciones egeas, egipcias, sirio-palestinas e hititas, se derrumbó hace 3200 años y sigue siendo uno de los misterios del mundo antiguo.

Textos cuneiformes, bajorrelieves egipcios y jeroglíficos describen la causa inmediata de la caída de estas civilizaciones, como las invasiones de los "Pueblos del Mar" en el Delta del Nilo, la costa turca, y en los países centrales de Siria y Palestina, donde se enfrentaron los ejércitos, se abandonaron las ciudades devastadas por la hambruna y los campos se despoblaron. El estudio muestra datos paleoclimáticos de Chipre en el tiempo de esta crisis, junto con una cronología basada en el carbono radiactivo, integrando datos tanto arqueológicos como de indicadores de las variaciones del clima, que revelan los efectos de un cambio climático abrupto que impulsó hambrunas y que tiene una vinculación causal con las invasiones de la gente del mar en Chipre y Siria. 

Mapa de Chipre con el lago salado Larnaka y el testigo (core) estudiado 

Los investigadores estudiaron los granos de polen procedentes de los sedimentos de un antiguo lago de la región, lo que les permitió descubrir la historia de los cambios ambientales que probablemente llevaron a estas crisis. Los cambios en los isótopos de carbono en el Mediterráneo oriental y en las especies de plantas locales sugieren que este lago, que una vez fue un puerto floreciente, poco a poco se fue secando hasta convertirse en un lago de agua salada sin litoral. Los indicadores revelan una anomalía hidrológica para el período 1200-850 AC, lo que indica una sequía que, aunque no fuera uniforme, se registró tanto en la isla como en el continente. El inicio del episodio de sequía parece ser cronológicamente cercano de la crisis de la Edad de Bronce tardía y de la invasión de los Pueblos del Mar. Como resultado, las malas cosechas condujeron a hambrunas, se fueron repitiendo las invasiones de emigrantes de regiones vecinas y, finalmente, llegó el colapso político y económico de las civilizaciones del Mediterráneo oriental a finales de la Edad de Bronce tardía. 

Paleoclima de los últimos 5.000 años basado en los indicadores estudiados en la zona 

Combinando estos datos con la evidencia arqueológica de las tablillas cuneiformes y la correspondencia entre reyes, los investigadores sugieren que la crisis de finales de la Edad del Bronce fue debida a un único evento, aunque complejo, causado por una sequía inducida por el cambio climático, lo que dio lugar a hambrunas, a invasiones marítimas y a luchas políticas, en lugar de estar constituida por una serie de eventos no relacionados entre si. Llegan a la conclusión de que este evento pone de manifiesto la sensibilidad al cambio climático de estas sociedades basadas en la agricultura, y permite explicar la crisis que llevó a su fin.

domingo, 3 de noviembre de 2013

La intensidad de emisión de CO2


Se denomina intensidad de emisión de CO2 las toneladas de CO2 emitidas por cada 1.000 $ de PIB. La EIA (US Energy Information Administration) ha publicado este dato para los diversos países del mundo, hasta el año 2011.

El PIB está indicado en dólares estadounidenses del año 2005.

Vemos como Rusia y China se sitúan en niveles muy elevados, aunque están reduciéndolos rápidamente, mientras que los países más “avanzados” tienen una intensidad de emisión de CO2 mucho menor y, en la mayoría de los casos, también en disminución.

Esta disminución se debe, entre otras cosas, a que en los países “avanzados”, cada vez el porcentaje de servicios financieros sobre el PIB es mayor. Y los servicios financieros generan pocas emisiones de CO2.




Intensidad de emisión de CO2


El Niño se está volviendo más activo


El Niño tiene enorme influencia en todo el mundo, y puede causar estragos como dar lugar a inundaciones o a sequías en muchas regiones del mundo.

No se sabe como se comportará el Niño si el planeta se calienta. Una manera de determinar su sensibilidad al cambio climático es una mirada hacia el pasado. Debido a que el registro instrumental es demasiado corto para obtener una imagen fiable de las variaciones naturales de la magnitud y la frecuencia del ENSO (El Niño Southern Oscillation), los científicos del clima se basan en indicios geológicos y biológicos, como por ejemplo a partir de núcleos de sedimentos lacustres, corales o los anillos de los árboles, como indicadores de su comportamiento en el pasado. El problema ha sido, sin embargo, que la reconstrucción del ENSO de cada uno de estos indicios ha dado resultados distintos.

Algunas de estas discrepancias en las reconstrucciones del ENSO han surgido porque los métodos aplicados normalmente para combinar los registros de los indicios individuales no han tenido en cuenta pequeñas incertidumbres de datación entre ellos. El enfoque más común ha sido la combinación de los indicios individuales para calcular después la actividad del ENSO deducida de la señal combinada.

En un reciente artículo titulado Inferred changes in El Niño–Southern Oscillation variance over the past six centuries, los autores han procedido de manera distinta: han hecho un primer cálculo de la actividad del ENSO a partir de cada uno de los distintos indicios y luego han combinado los distintos resultados, lo que da una visión mucho más consistente y robusta de la actividad pasada del ENSO.

Con la aplicación de su método mejorado para la reconstrucción de la actividad del ENSO, encontraron que fue más activo durante el período de 30 años 1979-2009 que durante cualquier otro período de 30 años entre 1590 y 1880. Esta nueva estimación de la actividad del ENSO durante los últimos 600 años muestra también una cierta correlación entre esta actividad y la temperatura global.

Esta correlación entre ENSO y temperatura global no es nueva. Lo que se desconoce es quien es la causa y quien el efecto. Pero no deja de ser interesante saber que la actividad de El Niño es actualmente mayor que la de los últimos 600 años, aunque no se sepa a ciencia cierta el porqué ni qué consecuencias pueda tener.

Puntos grises: variancia móvil de 30 años de las estimaciones de las 14 reconstrucciones del ENSO a partir de los diferentes indicios.
Líneas negras: línea gruesa = media; líneas finas = barras de error
Puntos azules: variancia móvil de 30 años de 4 estimaciones diferentes de valores observados del ENSO.
Línea azul: media de estas observaciones.
Estrella roja: último valor de la media de las observaciones.


Nota: ya hemos hablado de otra reconstrucción de los valores del ENSO en los últimos siglos en una entrada anterior.


jueves, 31 de octubre de 2013

Una estimación de los beneficios del aumento del CO2 atmosférico en la producción agrícola


Se han realizado muchos análisis para estimar los posibles daños y perjuicios monetarios de la creciente concentración de CO2 atmosférico. Pocos, sin embargo, han tratado de investigar sus beneficios. El principal beneficio monetario es el valor económico agregado a la producción mundial de cosechas, debido a varias propiedades que potencian el crecimiento de las plantas al aumentar CO2 atmosférico. Muchos estudios, tanto de laboratorio como de campo, han demostrado de manera concluyente que un aumento del CO2 atmosférico estimula la productividad y crecimiento de las plantas, así como un consumo menor de agua por parte de las plantas. Para un aumento de 300 ppm en el contenido de CO2 del aire, por ejemplo, la biomasa herbácea puede mejorar en un 25 a 55%, lo que representa una importante externalidad positiva que está ausente de los cálculos habituales de los cálculos del costo social del carbono.

Se acaba de publicar hace unos días un estudio de este tipo, bajo el título de The positive externalities of carbon dioxide, en el que el autor estudia las 45 diferentes cosechas que representan el 95 % de la producción mundial de comida. Para cada una de ellas, a partir de los diferentes estudios realizados, estima el aumento de la producción debido a un aumento de 300 ppm en la concentración de CO2 atmosférico: este aumento de producción va desde un 4,7 % para los melones hasta un 77,8 % para las zanahorias y los nabos, pasando por un aumento del 34,9 % en el trigo, del 24,1 % en el maíz, del 36,1 % en el arroz y el 31,3 % en las patatas.




A partir de estos datos se calcula el aumento de la producción de cada una de estas cosechas, año por año, debido al aumento de la concentración de CO2. Por ejemplo, para el trigo, que según datos de la FAO, tenía una productividad de 1.088,9 kg por Ha en el año 1961, teniendo en cuenta que la concentración de CO2 en el año 1961 fue de 317,4 ppm, lo que, con respecto a la concentración anterior a la revolución industrial, que era de 280 ppm, representa un aumento de 37,4 ppp. La contribución de este aumento de la concentración de CO2 al aumento de la productividad de las cosechas de trigo del año 1961 será, por tanto de

37,4/300 x 34,9 % = 4,35 %

Lo que significa que la producción de trigo, sin el aumento de la concentración de CO2, hubiera sido de

1.088,9/1,0435 =  1.043,5 kg por Ha

Es decir, en el año 1961, la producción de trigo se vio incrementada en 1.088,9 – 1.043,5 = 45,4 kg por Ha debido al aumento de la concentración de CO2

Así se puede seguir por cada una de las 44 cosechas restantes para determinar el aumento de producción de cada una en el año 1961. Haciéndolo año a año de 1961 a 2011 se puede calcular el aumento de producción de las cosechas que representan el 95 % del total de la producción mundial de comida durante 50 años. Multiplicando este aumento de producción por el precio de cada una de ellas de los años 2004-2006 (precio que da la FAO), se obtiene que, en el año 1961, el beneficio del aumento de producción agrícola debido al incremento de la concentración de CO2 a partir de la concentración preindustrial (280 ppm) fue de 18.500 millones de dólares. Al ir aumentando la concentración de CO2, este beneficio aumentó año a año, llegando a ser de 140.000 millones en 2011. En el total del período, el beneficio calculado ha sido de 3,17 billones de dólares (dólares 2004-2006).





El mismo cálculo, para los años 2012 a 2050, si la concentración de CO2 atmosférico sigue aumentando, da unos beneficios para este período de 9,76 billones de dólares (dólares 2004-2006). 


martes, 22 de octubre de 2013

Las temperaturas de los nueve primeros meses del año


La anomalía de las temperaturas globales de enero a setiembre del año actual, según los datos de la Universidad de Alabama en Huntsville (UAH), ha sido de + 0,23 ºC, la sexta más elevada de la serie.

Por lo que se refiere a las tierras emergidas, la anomalía de los 9 primeros meses de 2013 ha sido de + 0,31 ºC, la cuarta más elevada de la serie.

Finalmente, la anomalía de enero a setiembre de los océanos ha sido de + 0,19 ºC, la quinta más elevada de la serie.

En los tres casos (global, tierra emergida y océanos), las anomalías más elevadas fueron las de los años 1998 y 2010, con diferencia sobra los demás años. En estos dos años, El Niño fue muy acusado, sobre todo en 1998. En cambio, en el año actual, El Niño es prácticamente inexistente.





lunes, 14 de octubre de 2013

Las “olas de los estadios” pueden explicar la parada del calentamiento global


Las “olas de los estadios” podrían explicar la pausa en el calentamiento global, al explicar los ciclos de calentamiento y enfriamiento de las temperaturas globales, que se producen cada 60 años aproximadamente.

Uno de los temas más polémicos que surgen del reciente Quinto Informe de Evaluación (AR5), del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), es el fracaso de los modelos globales del clima para predecir la pausa en el calentamiento de las temperaturas superficiales globales desde 1998. Se han propuesto varias ideas para explicar esta pausa, incluyendo la que el IPCC se refiere como "la variabilidad imprevisible del clima", que se asocia con los regímenes de circulación a gran escala en la atmósfera y el océano.

El más conocido de estos regímenes es El Niño / La Niña, que son partes de una oscilación en el sistema océano- atmósfera. En escalas de tiempo multi-decenales más largas, hay una red de regímenes de circulación atmosférica y oceánica , incluyendo la Oscilación multidecadal del Atlántico y la Oscilación Decadal del Pacífico.

Un nuevo estudio publicado en la revista Climate Dynamics, titulado Role for Eurasian Arctic shelf sea ice in asecularly varying hemispheric climate signal during the 20th century, sugiere que esta "variabilidad imprevisible del clima " se comporta de forma más previsible que se suponía anteriormente. Los autores del artículos apuntan a una señal lque se propaga como la “ola” en los eventos deportivos, en donde las secciones de aficionados al deporte sentados en un estadio se ponen de pie y se sientan como si se propagase una "ola" a través de la audiencia. De la misma manera, la señal climática se propaga a través del hemisferio norte a través de una red formada por el océano, el hielo y los regímenes de circulación atmosférica que se autoorganizan en un “tempo” colectivo.

Esta hipótesis ofrece una explicación plausible para la pausa en el calentamiento y ayuda a explicar porqué los modelos climáticos no la predijeron. Además, la nueva hipótesis sugiere que la duración de la pausa puede durar.

Sobre la base de la tesis expresada en un artículo anterior titulado A secularly varying hemisphericclimate signal propagation previously detected in instrumental and proxy data nondetected in CMIP3 data base, los autores han identificado dos ingredientes clave para la propagación y mantenimiento de esta señal tipo “ola”: la Oscilación multidecadal del Atlántico (OMA) y la extensión del hielo marino en las aguas de la plataforma del Ártico en la zona de Eurasia. El AMO establece el “tempo” de la señal, mientras que el hielo del mar tiende puentes de comunicación entre el océano y la atmósfera. La naturaleza oscilatoria de la señal se puede pensar en términos de "frenado", en la que retroalimentaciones positivas y negativas interactúan para apoyar inversiones de los regímenes de circulación. Como resultado, los regímenes climáticos (intervalos multidecadales de calentamiento o de refrigeración) evolucionan de manera ordenada espacialmente y temporalmente. Aunque no es estrictamente periódico en su ocurrencia, su repetición es regular: el orden de eventos cuasi-oscilatorios se mantiene constante. Se ha encontrado que la señal tipo “ola” ha existido por lo menos durante los últimos 300 años.

El nuevo estudio ha analizado los índices derivados de los datos atmosféricos, oceánicos y del hielo marino desde 1900. Se retiró la tendencia lineal de todos los índices para centrarse sólo en el componente de varias décadas de la variabilidad natural. Se utilizó una técnica estadística multivariante para identificar los patrones de variabilidad compartidos por todos los índices analizados, lo que caracteriza un comportamiento del tipo de una “ola del estadio”. La eliminación de la tendencia a largo plazo elimina eficazmente la respuesta del clima a factores tales como los gases de efecto invernadero antropogénicos.

La “ola” aumenta o amortigua periódicamente la tendencia de aumento de las temperaturas a largo plazo, lo que puede explicar el reciente receso en el aumento de las temperaturas superficiales globales. Si esta explicación es cierta, la actual pausa en el calentamiento global podría alargarse hasta la década de 2030, lo que está en contradicción con el informe del IPCC AR5 publicado recientemente, que proyecta una reanudación inminente del calentamiento, que estiman estará en el rango de 0,3 a 0,7 ºC en la temperatura media global de la superficie en el período de 2016 a 2035 .

El estudio también proporciona una explicación de las tendencias climáticas aparentemente incongruentes como, por ejemplo, que el hielo marino haya seguido disminuyendo durante este período en que el calentamiento se ha estancado, y predice cuando la disminución del hielo marino podría terminarse. Después que las temperaturas alcanzaron su máximo a finales de los 1990, las temperaturas superficiales continentales comenzaron a disminuir, mientras que las latitudes altas del Atlántico Norte continuaron calentándose y la extensión del hielo marino del Ártico siguió bajando. Según la hipótesis de la "ola", estas tendencias marcan un período de transición por lo que las próximas décadas verán que el Atlántico Norte comienza a enfriarse y el hielo marino en la región ártica de Eurasia comenzará a recuperarse.

La mayoría de las interpretaciones de la reciente disminución de la extensión del hielo marino del Ártico se han centrado en el papel de los gases de efecto invernadero antropogénicos, con algún margen para la variabilidad natural.
La disminución de la extensión del hielo del mar durante la última década es compatible con la señal de la “ola”, y la continua evolución de la ola augura una inversión de esta tendencia a la disminución del hielo marino. El mínimo del hielo marino observado en 2012, seguido por un aumento del hielo marino en 2013, es sugerente de la coherencia con el tiempo de evolución de la señal de la “ola”.


Ilustración simplificada del funcionamiento de la “ola”

La rueda de la “ola de los estadios” se divide en segmentos, que van del centro al exterior. El primer segmento muestra su número, el segundo indica los índices hemisféricos clave, el tercero los índices del hielo marino ártico y el exterior las fechas del pico de cada segmento.

El segmento I empieza con un Atlántico Norte frío (-AMO), una extensión máxima del hielo en el Ártico Europeo (+WIE). Los segmentos del II al IV muestran la evolución de la señal del clima iniciada en el Atlántico frío. A medida que el hielo aumenta hacia el este en dirección al Ártico Siberiano (+ArcSib), se desarrollan fuertes vientos que convierten una señal de un océano frío en otra de una atmósfera que se calienta (segmento II). Los acontecimientos siguen, llevado la señal a través de Eurasia hasta el Pacífico (+PDO), como se muestra en el segmento III, culminando finalmente en un máximo de las temperaturas de superficie del Ártico y del hemisferio norte (segmento IV).

El segmento -I  sigue con el calentamiento máximo en el Atlántico Norte y con el mínimo de hielo marino en los mares del Ártico europeo. Esto marca un cambio de tendencia del AMO y WIE, que disminuyen y aumentan respectivamente. Una señal inicialmente cálida se convierte en otra fría hasta alcanzar el segmento –IV, cuando las temperaturas alcanzan su mínimo, seguido poco después por un cambio a un régimen de  calentamiento.

AMO – Oscilación multidecadal del Atlántico Norte
WIE – Western ice extension
EIE - Eastern ice extension