jueves, 31 de octubre de 2013

Una estimación de los beneficios del aumento del CO2 atmosférico en la producción agrícola


Se han realizado muchos análisis para estimar los posibles daños y perjuicios monetarios de la creciente concentración de CO2 atmosférico. Pocos, sin embargo, han tratado de investigar sus beneficios. El principal beneficio monetario es el valor económico agregado a la producción mundial de cosechas, debido a varias propiedades que potencian el crecimiento de las plantas al aumentar CO2 atmosférico. Muchos estudios, tanto de laboratorio como de campo, han demostrado de manera concluyente que un aumento del CO2 atmosférico estimula la productividad y crecimiento de las plantas, así como un consumo menor de agua por parte de las plantas. Para un aumento de 300 ppm en el contenido de CO2 del aire, por ejemplo, la biomasa herbácea puede mejorar en un 25 a 55%, lo que representa una importante externalidad positiva que está ausente de los cálculos habituales de los cálculos del costo social del carbono.

Se acaba de publicar hace unos días un estudio de este tipo, bajo el título de The positive externalities of carbon dioxide, en el que el autor estudia las 45 diferentes cosechas que representan el 95 % de la producción mundial de comida. Para cada una de ellas, a partir de los diferentes estudios realizados, estima el aumento de la producción debido a un aumento de 300 ppm en la concentración de CO2 atmosférico: este aumento de producción va desde un 4,7 % para los melones hasta un 77,8 % para las zanahorias y los nabos, pasando por un aumento del 34,9 % en el trigo, del 24,1 % en el maíz, del 36,1 % en el arroz y el 31,3 % en las patatas.




A partir de estos datos se calcula el aumento de la producción de cada una de estas cosechas, año por año, debido al aumento de la concentración de CO2. Por ejemplo, para el trigo, que según datos de la FAO, tenía una productividad de 1.088,9 kg por Ha en el año 1961, teniendo en cuenta que la concentración de CO2 en el año 1961 fue de 317,4 ppm, lo que, con respecto a la concentración anterior a la revolución industrial, que era de 280 ppm, representa un aumento de 37,4 ppp. La contribución de este aumento de la concentración de CO2 al aumento de la productividad de las cosechas de trigo del año 1961 será, por tanto de

37,4/300 x 34,9 % = 4,35 %

Lo que significa que la producción de trigo, sin el aumento de la concentración de CO2, hubiera sido de

1.088,9/1,0435 =  1.043,5 kg por Ha

Es decir, en el año 1961, la producción de trigo se vio incrementada en 1.088,9 – 1.043,5 = 45,4 kg por Ha debido al aumento de la concentración de CO2

Así se puede seguir por cada una de las 44 cosechas restantes para determinar el aumento de producción de cada una en el año 1961. Haciéndolo año a año de 1961 a 2011 se puede calcular el aumento de producción de las cosechas que representan el 95 % del total de la producción mundial de comida durante 50 años. Multiplicando este aumento de producción por el precio de cada una de ellas de los años 2004-2006 (precio que da la FAO), se obtiene que, en el año 1961, el beneficio del aumento de producción agrícola debido al incremento de la concentración de CO2 a partir de la concentración preindustrial (280 ppm) fue de 18.500 millones de dólares. Al ir aumentando la concentración de CO2, este beneficio aumentó año a año, llegando a ser de 140.000 millones en 2011. En el total del período, el beneficio calculado ha sido de 3,17 billones de dólares (dólares 2004-2006).





El mismo cálculo, para los años 2012 a 2050, si la concentración de CO2 atmosférico sigue aumentando, da unos beneficios para este período de 9,76 billones de dólares (dólares 2004-2006). 


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