domingo, 22 de octubre de 2017

Extensión del hielo marino total

Sumando las extensiones del hielo marino ártico y antártico obtenemos la extensión total. 

Durante la segunda mitad del año 2016 la anomalía era flagrante: al final de año la extensión total de hielo marino era 2,4 millones de km2 inferior al promedio de los 35 años anteriores (18.4 millones de km2 contra 20,8).

La situación durante el año 2017 era todavía peor, ya que la extensión de hielo marino se mantenía inferior a la del año 2016. Sin embargo, a partir de finales de setiembre de 2017, la extensión total de hielo marino ha sobrepasado a la del año anterior, situándose, a 19 de octubre, en 24,6 millones de km2, por un promedio de 26,3 durante el período 1980 – 2015, y por un valor de 23,2 a la misma fecha de 2016.


Extensión del hielo marino antártico

El pasado 9 de octubre la extensión de hielo marino antártico alcanzó su máximo anual, con un valor de 18,065 millones de km2. Es el valor más bajo desde que se tienen registros por satélite, es decir, desde 1978. Tanto este año 2017 como el anterior, siguen a dos años en que la extensión máxima de hielo marino antártico ha sido la mayor de la serie histórica, lo que muestra la variabilidad.

La tendencia de los valores máximos anuales es de un aumento de 21.400 km2/año, pero esta tendencia es poco significativa, ya que presenta un coeficiente de regresión muy bajo: R2 = 0,20.





Los valores diarios han sido bastante bajos durante todo el año.


sábado, 21 de octubre de 2017

La extensión de hielo marino ártico

La extensión de hielo marino ártico alcanzó su mínimo el pasado 12 de septiembre, fecha en la que alcanzó una extensión de 4,61 millones de km2.




Desde que se tienen medidas por satélite, es decir, desde el año 1979, esta extensión mínima ha ido disminuyendo a razón de una media de 87.400 km2 por año, aunque los últimos 10 años parece que se haya estabilizado. Entre la década de los años 80 y la década actual, la extensión mínima de hielo marino ártico ha perdido más de 2,5 millones de km2, es decir, un 36% de su extensión.



Si miramos la evolución día a día por décadas, podemos observar que en el año 2017 comenzó con una extensión de hielo más pequeña que la media de los años 2010 a 2016, pero que se ha ido acercando, por lo que ahora mismo la extensión de hielo es más o menos la misma que la de la media de los años 2010 a 2016.


miércoles, 13 de septiembre de 2017

Las plagas de langostas y el calentamiento global


El aumento del CO2 atmosférico contribuye a un mayor crecimiento de las plantas. Por otra parte, el calentamiento global puede tender a aumentar la superficie verde del planeta. Este es un argumento que emplean los que consideran que ni el aumento del CO2 atmosférico ni el aumento de la temperatura global que de él se deriva, son perjudiciales para la humanidad. Y es posible que, en todo o en parte, tengan razón.

Sin embargo, el aumento de las temperaturas puede inducir otros fenómenos muy perjudiciales para la agricultura, como el aumento de las plagas de langostas. El artículo Climate-driven geographic distribution of the desert locust during recession periods: Subspecies’ niche differentiation and relative risks under scenarios of climate change, recientemente publicado, alerta sobre esta posibilidad.

Las langostas del desierto son una plaga importante en numerosos cultivos y pastos a lo largo de una extensa área de casi 30 millones de km2, cubriendo África al norte del ecuador, el Cercano Oriente, la Península Arábiga y el subcontinente indio. Al igual que otras langostas, las langostas del desierto pueden pasar de una fase solitaria con bajas densidades de población durante las recesiones (períodos de calma), a una fase gregaria con altas densidades de población durante las invasiones, cuando los enjambres pueden devastar la agricultura.

El cambio climático actual y futuro podría afectar el riesgo de las plagas de langosta en diversos grados. Son condiciones climáticas favorables (lluvias fuertes y altas temperaturas) las que provocan invasiones desde áreas de distribución más limitadas en el desierto. Por lo tanto, es imprescindible evaluar la probable evolución de esta plaga agrícola con el fin de realizar los ajustes necesarios a la actual estrategia de prevención a tiempo. Gracias a los datos históricos (1930-2000) compartidos por el Servicio de Información sobre la Langosta del Desierto de la FAO (DLIS-FAO), un equipo conjunto del INRA / CIRAD pudo estudiar el nicho climático y la distribución de las especies durante las recesiones, posibles cambios climáticos entre ahora y 2050 o 2090, en línea con dos escenarios climáticos futuros.

La langosta del desierto tiene dos subespecies, una (la más peligrosa desde el punto de vista agrícola) al norte del ecuador, y la otra (menos conocida) en el sur de África. Los resultados de la investigación mostraron que, aunque las dos subespecies ocupan diferentes nichos climáticos en sus respectivas zonas de recesión, han mantenido sus nichos ambientales a lo largo de su evolución. Este mantenimiento del nicho implica que, si el clima en el sur de África se volviera más similar al del Norte, la subespecie del Sur podría llegar a ser tan peligrosa como la del Norte. Además, a la luz del cambio climático, las previsiones a gran escala disponibles sugieren que es probable que la subespecie del sur se propague.

La subespecie septentrional, por su parte, es probable que encuentre condiciones climáticas más extremas que podrían reducir su área de distribución general durante las remisiones. Sin embargo, esa contracción se refiere principalmente al corazón hiperárido del Sahara y no al área donde brota la langosta del desierto, donde comienzan los primeros enjambres adultos. Otra consecuencia más preocupante del cambio climático es la probable dispersión local en las márgenes de la actual zona de distribución geográfica, como el Sahel costero en el Sur.

Hay que considerar que las plagas de langosta constituyen un sistema adaptativo complejo, por lo que es difícil predecir con exactitud como les podrá afectar el calentamiento global. Pero hay indicios de que las plagas de langosta irán en aumento, lo que puede contrarrestar el supuesto aumento de la producción agrícola.

lunes, 7 de agosto de 2017

El aumento del nivel del mar se acelera

Hace un par de meses se publicó el artículo “Reassessment of 20th century global mean sea-level rise", en el que los autores han reconstruido el nivel medio del mar desde el año 1902 hasta el año 1992. A partir de esta fecha se monitorizan por satélite constantemente los niveles del mar en todos los océanos, lo que nos da una medida bastante fiable.

Antes de 1992, la información sobre el aumento del nivel global medio del mar provenía de una red de mareógrafos ubicados a lo largo de las costas. Estos instrumentos miden el nivel del mar relativo a su posición en lugares específicos de la costa y, por lo tanto, las medidas están contaminadas por el movimiento de tierras vertical de la corteza terrestre y por los patrones de variabilidad regionales que resultan de la redistribución del viento, de los cambios en la circulación de los océanos o por los efectos gravitacionales de la redistribución de masas de agua y hielo en la superficie del planeta. Como consecuencia, hay grandes discrepancias entre las anteriores reconstrucciones del nivel global medio del mar (1,3-2 mm/año para el siglo XX)

Los autores de este artículo observaron más atentamente en su estudio los registros disponibles de los mareógrafos y la información auxiliar de los posibles factores de contaminación, y reconstruyeron la evolución del nivel global medio del mar desde 1902.  Para ello, seleccionaron solo los registros más largos y de más calidad, que son los que mejor cubren los océanos. A continuación, corrigieron cada uno de estos registros del nivel del mar con respecto a todos los factores potenciales de contaminación, antes de hacer la media global.

La nueva reconstrucción muestra un aumento significativamente más lento del nivel global medio del mar antes de 1993, cuando empezaron las medidas de satélites, mientras que desde entonces coinciden con estas observaciones independientes de los satélites de 1993 a 2012.


De 1902 a 1992 el incremento medio anual del nivel del mar fue de 1,8 mm, mientras que los valores de 1993 a 2012 muestran un valor de 3,1 mm/año.

Esta aceleración del aumento del nivel del mar es coherente con lo que se sabe de las consecuencias del aumento global de la temperatura atmosférica: durante la mayor parte del siglo XX, la fusión de los glaciares de montaña y la expansión térmica dominaron el desarrollo del nivel global medio del mar. Esto ha cambiado en las últimas décadas, cuando las capas polares de hielo empezaron a canalizar cada vez más masa de agua a los océanos. En la actualidad, las contribuciones de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida ya han superado la contribución de los glaciares de montaña.

jueves, 6 de julio de 2017

La temperatura del primer semestre de 2017

RSS (Remote Sensing Systems) acaba de publicar los datos de temperatura de la baja troposfera del mes de junio, medidos por satélite.

La anomalía media del primer semestre de este año ha sido de +0,58°C, tomando como base el período 1979-1988. Esta anomalía solo fue superada por la del primer semestre de los años 2016, 2010 y 1998. La tendencia es un aumento de 0,18°C/década.


Nota: hay que señalar que RSS ha hecho una nueva versión de sus datos (V4.0), lo que ha llevado a modificar de manera importante los resultados de sus medidas, según se puede ver en este artículo. Con la antigua versión, la tendencia global de 1979 a 2016 era de +0,134°C/década, mientras que, con la nueva, esta tendencia es de +0,174°C/década. Esta nueva versión muestra, por tanto, un calentamiento global bastante superior al de la antigua.

martes, 13 de junio de 2017

La reconstrucción de las temperaturas del Holoceno

En el año 2013 se publicó el artículo A Reconstruction of Regional and Global Temperature for the Past 11,300 Years, cuyos autores son Shaun A. Marcott, Jeremy D. Shakun, Peter U. Clark, Alan C. Mix. En este artículo se hizo una reconstrucción del clima desde el año 9340 a.C. hasta el año 1940 de nuestra era.


De esta reconstrucción se deduce que, después de la última glaciación, la temperatura global fue aumentando hasta el año 7.500 a.C. aproximadamente, para seguir constante durante unos 4.500 años (el llamado óptimo del Holoceno), para empezar, a partir de aquel momento, una disminución paulatina de las temperaturas. Podríamos decir que íbamos camino de una nueva glaciación.

La causa de esta disminución de las temperaturas la podemos encontrar en el cambio de la distribución de la radiación solar sobre el planeta a través de las estaciones. Estos cambios son los ciclos de Milankovitch, responsables del inicio y del fin de las glaciaciones.

En la reconstrucción citada podemos ver que, a partir del año 1800, aproximadamente, las temperaturas experimentan un aumento importante. Es el primer efecto de las emisiones de gases de efecto invernadero fruto de la primera revolución industrial.

A los datos de la reconstrucción citada (en azul) hemos añadido los valores reales de las anomalías de temperatura de la serie HadCRUT4 (en naranja) hasta el año 2016.  

Vemos claramente que se ha revertido la tendencia al enfriamiento global del planeta de los últimos 5.000 años. La brusquedad de este aumento de temperatura de los últimos 200 años parece indicar que no se trata de un fenómeno natural.

Datos de la reconstrucción delos últimos 11.300 años

viernes, 2 de junio de 2017

La cubierta de nieve del hemisferio norte

La Rutgers University publica la extensión de la nieve en el hemisferio norte: Eurasia, América del Norte y Groenlandia. En el primer gráfico vemos la evolución mensual desde el año 1967 hasta ahora. Esta extensión de la cubierta de nieve varía, en promedio, de los 47 millones de km2 en enero hasta los 3 millones en agosto.

Hay que notar que no hay datos de junio a octubre del año 1969 ni de junio a setiembre del año 1971. Esta es la razón por la que en estos años el valor mínimo es aberrante en el gráfico. A primera vista no ha habido evolución.


En el segundo gráfico podemos ver el valor medio anual (salvo el de los años 1969 y 1971). Vemos que este valor ha ido disminuyendo hasta el año 2000 aproximadamente, para mantenerse estable después. Esta disminución ha sido de algo menos de 2,5 millones de km2, es decir, del orden de un 10% de la extensión media anual. Sin embargo, la línea de tendencia es poco significativa, ya que su coeficiente de regresión R2 = 0,38.


lunes, 29 de mayo de 2017

Las variaciones históricas del nivel del mar y su evolución futura

En el artículo “Temperature-driven global sea-level variability in the Common Era”, publicado en febrero del 2016, se encuentra una reconstrucción muy interesante del nivel del mar de los pasados 2500 años.



Reconstrucción de la evolución global del nivel del mar, basada en datos de proxys de diferentes partes del mundo. La línea roja al final (no incluida en el documento) ilustra el aumento global adicional de 5 a 6 cm desde 2000

Si ponemos la variación del nivel del mar en cada siglo de nuestra era, constatamos que el aumento más elevado del nivel del mar ha ocurrido durante el siglo XX.


Si ponemos en una misma figura la reconstrucción del nivel del mar de los últimos 2500 años y las previsiones del siglo XXI en diversos escenarios de concentración de CO2 equivalente, nos damos cuenta de la magnitud del problema del aumento del nivel del mar con el calentamiento global. La subida futura empequeñece las variaciones naturales del nivel del mar de los milenios anteriores.


Los últimos 2500 años de nivel del mar junto con las proyecciones del artículo citado para el siglo XXI.

Finalmente, en el artículo “Consequences of twenty-first-century policy for multi-millennial climate and sea-level change”, también publicado en febrero del año 2016, podemos ver la evolución del nivel del mar desde la Edad de Hielo al Antropoceno: los últimos 20.000 y los próximos 10.000 años de nivel del mar.

En gran parte debido a la lenta respuesta al calentamiento global de las grandes capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, el mar seguirá aumentando durante al menos diez mil años, incluso después de que el calentamiento global se haya detenido. La razón es que la vida útil del CO2 en la atmósfera es muy larga (incluso milenios después de haber dejado de quemar combustibles fósiles) el contenido de CO2 de la atmósfera y la temperatura global seguirán siendo mayor que ahora y el hielo continuará derritiéndose. Incluso si limitamos el calentamiento global a 2°C, el resultado final probable será un aumento del nivel del mar de alrededor de 25 metros.



La escala vertical se mide aquí no en cm sino en metros: a la altura de la última Edad de Hielo, al comienzo de la curva, el nivel global del mar era de unos 125 metros más bajo que el de hoy. Debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, estamos poniendo en marcha un aumento del nivel del mar de 25 a 50 metros por encima de los niveles actuales.

Los pequeños mapas muestran la cubierta de hielo de Groenlandia y la Antártida. Las curvas de la parte inferior dan la tasa de aumento del nivel del mar en metros por siglo.

La Oscilación Interdecadal del Pacífico y la evolución de la temperatura global

La Oscilación Interdecadal del Pacífico (IPO) es una oscilación a largo plazo del Océano Pacífico. Dura de 20 a 30 años, mucho más que la Oscilación de El Niño. La IPO puede afectar la fuerza y frecuencia de El Niño y La Niña. Un estudio publicado en el año 2013 encontró que el comportamiento de la IPO explicaba prácticamente toda la diferencia entre las tasas de calentamiento global observadas y las simuladas por modelos en escalas de tiempo decenales desde 1920, y en particular el hiato de calentamiento desde el año 2000.

Durante el siglo XX ocurrieron tres fases de la Oscilación Interdecadal del Pacífico:

·         Una fase positiva, 1922-44

·         Una fase negativa, 1946-77

·         Una fase positiva, 1978-98

·         La IPO ha estado en una fase negativa desde 2000


En un artículo recientemente publicado, “Trajectories toward the 1.5°C Paris target: Modulation by the Interdecadal Pacific Oscillation”, se ha encontrado que esta oscilación regulará la velocidad a la que la temperatura global se aproxime a la meta de 1,5°C fijada en París.

En este estudio, se encuentra que, en ausencia de influencias de enfriamiento externo, como erupciones volcánicas, el punto medio de la propagación de las proyecciones de temperatura excede el objetivo de 1.5°C antes de 2029, objetivo basado en las temperaturas relativas al período 1850-1900.

También se dice que la fase de la Oscilación del Pacífico Interdecadal regulará la velocidad a la que la temperatura global se aproxima al nivel de 1,5°C.

Una transición a la fase positiva de la IPO conduciría a que se llegue a este nivel alrededor de 2026.

Si el Océano Pacífico sigue en su fase negativa, sin embargo, las proyecciones están centradas en alcanzar 1.5°C alrededor de 5 años más tarde, en 2031.


Dada la desaceleración temporal del calentamiento global entre 2000 y 2014, y las predicciones recientes del modelo climático que sugieren un cambio en la IPO, podría haber un período sostenido de aumento rápido de la temperatura. En ese caso, el mundo alcanzará el nivel de calentamiento de 1,5°C varios años antes que si la fase negativa de la IPO persiste.

El calentamiento que nos espera

El 5º informe IPCC prevé cuatro escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero.

Estos escenarios corresponden a los cuatro “Representative Concentration Pathways” (RCPs). No se trata de escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, sino de escenarios de concentración de estos gases, medidos en ppm ce CO2 equivalente. Estos escenarios corresponden a los forzamientos radiativos que se tendrían en el año 2100, respecto de los valores de la época preindustrial:

RP 2.6 = + 2,6 W/m2. En este escenario, las emisiones aumentan hasta la década 2010-2010, disminuyendo sustancialmente después.

RP 4.5 = + 4,5 W/m2. En este escenario, las emisiones aumentan hasta el año 2040, disminuyendo después.

RP 6.0 = + 6,0 W/m2. En este escenario, las emisiones aumentan hasta el año 2080, disminuyendo después.

RP 8.5 = + 8,6 W/m2. En este escenario, las emisiones continúan aumentando durante todo el siglo XXI

En el gráfico vemos la evolución de la concentración de los gases de efecto invernadero en cada uno de los cuatro escenarios.



En el siguiente gráfico podemos ver el calentamiento previsto para los dos escenarios extremos.



martes, 25 de abril de 2017

Las corrientes de chorro, el cambio climático y los fenómenos extremos

El calor y las inundaciones inesperadas del verano, los incendios forestales, la sequía y las lluvias torrenciales, los fenómenos meteorológicos extremos están ocurriendo más y más a menudo, pero ahora un equipo internacional de científicos climáticos ha encontrado una conexión entre muchos eventos climáticos extremos y el impacto que el cambio climático está teniendo La corriente de chorro. El artículo se titula Influence of AnthropogenicClimate Change on Planetary Wave Resonance and Extreme Weather Events.

Los eventos meteorológicos inusuales que despertaron el interés de los investigadores son cosas como la ola de calor europea de 2003, la inundación de 2010 en Pakistán y la ola de calor rusa, la ola de calor y sequía de Texas y Oklahoma de 2011 y los incendios forestales de 2015 en California.

Los investigadores analizaron una combinación de aproximadamente 50 modelos climáticos de todo el mundo que forman parte del Programa Mundial de Investigación del Clima.




A la izquierda vemos una imagen del patrón de circulación global en un día normal. A la derecha tenemos la imagen del patrón de circulación global cuando ocurre un clima extremo. El patrón de la derecha muestra patrones extremos de las velocidades del viento que van hacia el norte y el sur, mientras que el patrón normal de la izquierda muestra vientos de velocidad moderada en las direcciones norte y sur.

Los investigadores examinaron las observaciones atmosféricas históricas para documentar las condiciones bajo las cuales los patrones climáticos extremos se forman y persisten. Estas condiciones ocurren cuando la corriente de chorro se vuelve estacionaria y los picos y valles permanecen relativamente fijos, con lo que el mismo clima puede persistir durante semanas en una región, los días soleados pueden convertirse en una grave ola de calor y sequía, y las lluvias duraderas pueden provocar inundaciones."

El calentamiento del Ártico, la amplificación polar del calentamiento, juega un papel clave ya que la superficie y la baja atmósfera se están calentando más en el Ártico que en cualquier otra parte del planeta, y ese patrón se proyecta hacia el perfil de las ondas de corriente de chorro, que pueden causar eventos climáticos inusuales.

Si bien los modelos no rastrean de manera fiable los fenómenos meteorológicos extremos, reproducen los patrones de corrientes de chorro y los escenarios de temperatura que en el mundo real llevan a lluvias torrenciales durante días, así como semanas de cielos despejados y ausencia de precipitaciones.

viernes, 24 de marzo de 2017

Extensión mínima anual del hielo marino antártico

El pasado día 1 de marzo se alcanzó la extensión mínima anual del hielo marino antártico, con 2,08 millones de km2, el valor más bajo desde que se tienen datos medidos por satélite.




Extensión máxima anual del hielo ártico

El pasado día 5 de marzo se alcanzó la extensión máxima anual del hielo ártico, con 14,45 millones de km2, el valor más bajo desde que se tienen datos medidos por satélite.

La tendencia de la extensión máxima del hielo ártico desde el año 1979 hasta hoy es de una pérdida de 44.100 km2 anuales.




viernes, 10 de marzo de 2017

El Niño ha terminado

El fenómeno El Niño que hemos tenido desde marzo del 2014 ha llegado a su fin. El índice MEI (Multivariate ENSO Index) ha pasado a ser negativo en setiembre del 2016. En este momento estamos en un período neutro entre El Niño y La Niña.


Podemos observar que, desde el año 1950 hasta el 1975 predominaba La Niña, mientras que, desde el año 1975 hasta ahora predomina El Niño. No sabemos si es debido o no al calentamiento global.

Si comparamos la evolución del índice MEI de El Niño que acabamos de pasar con el de los años 1986-1988 (que causó un importante aumento de la temperatura global), podemos ver que ambos son relativamente parecidos, tanto en intensidad como en duración. El gráfico comienza con el índice diciembre-enero del año 1986 para el primero y del año 2014 para el segundo, y termina con el índice de mayo-junio de 1988 para el primero y del año 2016 para el segundo.


Esto nos lleva a pensar que los récords de las temperaturas globales de los dos últimos años son, en gran parte, debidos a este último El Niño, y que volveremos a valores más “normales” tanto en el año actual como en el próximo.

martes, 24 de enero de 2017

La extensión del hielo marino

La extensión del hielo marino total sigue siendo menor que la de cualquiera de los años anteriores, desde que se tiene un registro histórico (1978). Un gráfico preocupante y que deberemos de ir siguiendo con regularidad para ver si esta anomalía se corrige o no en el transcurso del año.


viernes, 20 de enero de 2017

Las temperaturas del año 2016 - NOAA

La NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) acaba de publicar los datos de temperatura del año 2016. Según estos datos, la temperatura global del año ha sido la más elevada de la serie histórica, con una anomalía de + 0,94° C (base 1901-2000), poco más que la del año 2015, en el que la anomalía fue de + 0,90° C. La tendencia de los años 1980-2016 ha sido de + 0,17° C/década.




La anomalía del hemisferio norte también ha sido la más alta de la serie histórica, con un valor de + 1,13° C, por encima del récord anterior del año 2015 (+ 1,09° C). La tendencia del período 1980-2016 ha sido de + 0,23° C/década.


El hemisferio sur también ha batido el récord, con una anomalía de + 0,74° C en 2016, por encima de los 0,71° C del año 2015. La tendencia del período 1980-2016 ha sido de + 0,09° C/década.


jueves, 19 de enero de 2017

Las temperaturas del año 2016 - CRU

Climatic Research Unit (CRU), en la universidad de East Anglia (Reino Unido) acaba de publicar los datos de las anomalías de temperatura del año 2016.

Considerando las temperaturas globales, la temperatura media del año 2016 ha sido la más elevada de la serie histórica, con una anomalía de + 0,77° C, prácticamente igual a la del año 2015 (+ 0,76° C), lejos del siguiente año más cálido, que fue el año 2014 (+ 0,58° C)



En el hemisferio norte, la anomalía del año 2016 ha sido de + 1,02° C, ligeramente inferior a la del año 2015 (+ 1,03° C)


En el hemisferio sur, la anomalía del año 2016 ha sido de + 0,53° C, superior a la del año 2015 (+ 0,50° C)


domingo, 15 de enero de 2017

La "pausa" en el calentamiento global posiblemente no existió

Un artículo polémico publicado hace dos años que concluyó que no hubo una disminución detectable en el calentamiento de los océanos durante los últimos 15 años, conocido como la "pausa del calentamiento global", ha sido confirmado usando datos independientes en la investigación dirigida por investigadores de la Universidad De California, Berkeley y Berkeley Earth, un instituto de investigación sin fines de lucro enfocado en el cambio climático, que han publicado sus resultados el pasado 4 de enero en un artículo titulado “Assessing recent warming usinginstrumentally homogeneous sea surface temperature records

El análisis de 2015 mostró que las boyas modernas usadas actualmente para medir las temperaturas oceánicas tienden a dar temperaturas ligeramente más frías que los sistemas antiguos basados ​​en barcos, incluso cuando miden la misma parte del océano al mismo tiempo. Como las medidas de la boya han reemplazado las mediciones de los barcos, esto había ocultado parte del calentamiento real.


Después de corregir este "sesgo frío", los investigadores de la NOAA han llegado a la conclusión que los océanos en realidad se han calentado 0,12°C por década en los últimos 19 años, casi el doble que las estimaciones anteriores de 0,07°C por década. Con estos nuevos datos, la tasa de aumento de la temperatura del océano está en línea con la tasa de aumento de los años entre 1970 y 1999.

Los escépticos del cambio climático atacaron a los investigadores de la NOAA cuando publicaron su artículo hace dos años y modificaron sus registros de temperatura en consecuencia. El nuevo estudio, que utiliza datos independientes de satélites y flotadores robotizados, así como boyas, concluye que los resultados de NOAA fueron correctos.

Hace años, los marineros medían la temperatura del océano recogiendo un cubo de agua del océano y medían su temperatura con un termómetro. En la década de 1950, sin embargo, los buques comenzaron a medir automáticamente el agua canalizada a través de la sala de máquinas, que por lo general es una zona relativamente caliente. Hoy en día, las boyas cubren gran parte del océano y sus datos están comenzando a usarse en vez de usar los datos de los buques.

La modificación sustancial de los datos de las temperaturas medidas por satélite de la Universidad de Alabama en Huntsville de pasado mes de abril, y estas imprecisiones en las temperaturas oceánicas corregidas en 2015 y confirmadas ahora, hacen que no haya que tener demasiada prisa en deducir aceleraciones o parones en el calentamiento global.


miércoles, 11 de enero de 2017

Las temperaturas del año 2016 - UAH

La Universidad de Alabama en Huntsville (UAH) acaba de publicar sus datos de temperatura del mes de diciembre de 2016, lo que permite saber la temperatura media anual. UAH tomo como base los 30 años que van del 1981 al 2010.

Estas temperaturas se miden por satélite, y corresponden a la baja troposfera, es decir, entre 0 y 8 km de altura.

Antes que nada, hay que señalar que, en abril de 2016, UAH ha creado una nueva versión (V.6) de sus medidas. Con estos nuevos datos, la tendencia al aumento de las temperaturas, que era de 0,140° C por década en la anterior versión, ha pasado a ser de 0,112° para el período 01.1979-03.2015. Esta corrección tan importante hace dudar sobre la exactitud de las medidas de temperatura tomadas por los satélites. Es de esperar que las nuevas medidas sean mejores que las de la versión anterior. Los siguientes gráficos muestran las diferencias entre las dos versiones.

Pasando al análisis de las anomalías de temperatura del año 2016, su valor medio global ha sido el mayor registrado desde que se empezaron estas medidas, en diciembre del año 1978, con una anomalía de + 0,50° C, algo superior, pero no significativamente distinto, de la del año 1998 (+ 0,48° C), en que también hubo un evento muy importante de El Niño. La tendencia lineal de aumento de temperaturas del período 1979-2016 es de 0,12° C/década.



En el hemisferio norte, la anomalía de temperatura del año 2016 también ha sido la más alta de la serie histórica, con + 0,61° C, seguida de la del año 1998 (+ 0,51° C). La tendencia lineal es de un aumento de 0,15° C/década.


En el hemisferio sur, la anomalía del año 2016 (+ 0,40° C) ha sido la segunda de la serie histórica, después de la del año 1998, en que fue de + 0,45° C. La tendencia lineal es de un aumento de 0,10° C/década.


La zona polar norte, que se mide entre los 60° y los 90° N, ha tenido una anomalía de + 1,19° C, con mucho la mayor de la serie histórica, lejos del año que le sigue, que fue el año 2010, con + 0,78° C. La tendencia lineal es de un aumento de 0,24° C/década. Es la zona que más se calienta del planeta.


En la zona polar sur (60° - 90° S), las anomalías de temperatura se mantienen estables en tendencia, ya que ni aumentan ni disminuyen. La anomalía de 2016 es de + 0,20° C, y la tendencia de la serie histórica es de 0,00° C.


lunes, 9 de enero de 2017

Un enorme iceberg se está desprendiendo en la Antártida

Un enorme iceberg parece listo para desprenderse de la barrera de hielo (ice shelf, en inglés) Larsen C en la Península Antártica. Las observaciones por satélite de diciembre de 2016 muestran una grieta creciente en la barrera de hielo que sugiere es probable que un iceberg con un área de hasta 5.000 km2 se desprenda pronto.


Una barrera de hielo es una extensión flotante de glaciares terrestres que fluyen hacia el océano. Debido a que ya flotan en el océano, su fusión no contribuye directamente al aumento del nivel del mar. Sin embargo, las barreras de hielo actúan como contrafuertes que frenan los glaciares que fluyen hacia la costa. Las barreras de hielo Larsen A y B, situadas más al norte en la Península Antártica, colapsaron en 1995 y 2002, respectivamente. Esto dio lugar a la aceleración espectacular de los glaciares que se apoyaban en ellas, lo que tuvo como consecuencia que volúmenes de hielo terrestre mayores de lo habitual entraran en el océano y contribuyeran a la subida del nivel del mar.

Cuando aumenta la temperatura se producen dos fenómenos en las barreras de hielo y los glaciares que las originan:

·         El agua fundida durante el verano se cuela a través de las grietas de los glaciares, llegando a su base, lo que tiene como consecuencia que los glaciares aumentan su velocidad.

·         En la barrera de hielo se producen fisuras que se llenan de agua, resquebrajando la barrera, que puede llegar a colapsarse.

Cuando la barrera de hielo que sostiene al glaciar se colapsa, el glaciar pierde apoyo, por lo que su parte delantera se deforma y su velocidad de descenso hacia el mar se acelera.


En el caso de la barrera de hielo Larsen 3, si llega a desaparecer, se calcula que los glaciares que se apoyan en ella, al ir desapareciendo en el mar, aumentarán en 10 cm el nivel de los océanos.

A la vez que observamos como algunas barreras de hielo van desapareciendo en el antártico, se acaba de publicar un artículo, titulado “Antarctic ice sheet discharge driven byatmosphere-ocean feedbacks at the Last Glacial Termination”. En este artículo se explica que hace unos 14.700 años, el océano alrededor de la Antártida experimentó un aumento del nivel del mar de varios metros, y que esto podría volver a suceder. En aquel momento, los cambios en la circulación atmosférico-oceánica condujeron a una estratificación en el océano con una capa fría en la superficie y una capa caliente por debajo. Bajo tales condiciones, las barreras de hielo (ice shelves) tienden a fundirse más que cuando el océano circundante está completamente mezclado. Esto es exactamente lo que está ocurriendo actualmente alrededor de la Antártida.

La razón de la estratificación actual es que el calentamiento global está causando que, en algunas partes de la Antártida, el hielo de los glaciares se derrita, agregando cantidades importantes de agua dulce y fría a la superficie del océano. Al mismo tiempo que la superficie oceánica se está enfriando, el océano más profundo se está calentando, lo que ya ha acelerado el colapso de algunas barreras en la bahía de Amundsen. Parece que el calentamiento global está replicando condiciones que, en el pasado, desencadenaron cambios significativos en la estabilidad de la capa de hielo antártica.

En estudios anteriores, los científicos habían encontrado evidencia de ocho eventos de fusión masiva en los sedimentos de aguas profundas alrededor de la Antártida, que ocurrieron en la transición de la última edad de hielo al período caliente actual. La mayor fusión ocurrió hace 14.700 años. Durante este tiempo la Antártida contribuyó a un aumento del nivel del mar de al menos tres metros en el espacio de pocos siglos.

Estudiando con meticulosidad los datos isotópicos de los testigos de hielo antárticos, han llegado a la conclusión que las aguas alrededor de la Antártida estaban muy estratificadas en el momento de los eventos de fusión citados, de modo que las barreras de hielo se fundían a mayor velocidad que la habitual. La gran pregunta es si las barreras de hielo antárticas reaccionarán a las condiciones oceánicas actuales tan rápidamente como lo hicieron hace 14.700 años.