martes, 23 de julio de 2013

Las temperaturas globales del primer semestre


Se han comenzado a publicar las temperaturas globales del mes de junio, lo que permite comparar la temperatura del primer semestre del año con la del mismo período de los años anteriores.

Con los datos de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), el primer semestre del año en curso ha experimentado una anomalía (base 1901-2000) de + 0,59 ºC, lo que hace el octavo más caluroso de la historia desde que se empezaron los registros en el año 1880.



Si tomamos los datos de GISS (Godard Institute for Space Studies, de la NASA), la anomalía (base 1951-1980) del primer semestre del año 2013 ha sido de + 0,57 ºC. Con esta anomalía, el primer semestre del año actual es el sexto más cálido desde el año 1880.




sábado, 20 de julio de 2013

El ciclo de 60 años en el clima


Se ha publicado el año pasado un interesante artículo sobre las variaciones del nivel del mar, titulado Is there a 60-year oscillation in global sea level?, en el que los autores han encontrado, con datos desde el año 1900, que el nivel del mar en el Atlántico Norte, en el Pacífico Noroeste y en el Indico tiene una oscilación sincronizada de 60 años, mientras que en el Pacífico Suroeste esta oscilación está davalada de 10 años respecto de las anteriores. Las únicas regiones del muestreo que no parecen tener esta oscilación son el Pacífico Central y Noreste.

Oscilación del nivel del mar desde el año 1.900

Por otra parte, también el año pasado se publicó otro artículo sobre otro ciclo de 60 años en la Oscilación del Atlántico Norte, titulado Evidences for a ~60-year North Atlantic Oscillation since 1700 and its meaning for globalclimate change, con datos desde el año 1700. En él se señala que estos ciclos de ~ 60 años bien pueden afectar también al clima. Si fuera así, este ciclo habría estado en fase ascendente entre los años 1970 y 2000, lo que explicaría una parte del calentamiento observado durante este período.

Valores de la Oscilación del Atlántico Norte desde el año 1.700

De hecho, estos ciclos de unos 60 años se han observado en muchas regiones. Una periodicidad dominante de 60 años se encuentra en reconstrucciones instrumentales de temperatura desde el año 1.500 que cubren la cuenca mediterránea europea (España, Francia e Italia). Una periodicidad de ~ 60 años se encuentra en los registros de las precipitaciones monzónicas seculares de la India, de los sedimentos del mar de Arabia y del este de China. Una oscilación de 60 años se encuentra en la variación de la abundancia del G. Bulloides encontrada en los sedimentos Base Cariaco en el mar Caribe desde 1650; este dato es un indicador de la fuerza de los vientos alisios en la zona tropical del Océano Atlántico y del Océano Atlántico variabilidad atmósfera Norte. Se han encontrado indicios de que la Oscilación multidecadal Atlántica (AMO) presentó un período de oscilación de ~ 60 años durante todo el Holoceno. Una oscilación significativa de 60 años se encuentra en una reconstrucción del nivel del mar desde 1700 calculados a partir de los registros de mareógrafos.

Por otra parte, se han observado ciclos de 60 a 62 años en los sedimentos y registros de nucleidos cosmogónicos del Pacífico NE. Un ciclo de ~ 60 años ha sido encontrado en varios otros registros de actividad solar. Estas observaciones sugieren la existencia en el clima de una oscilación de ~ 60 años inducida astronómicamente.

La causa física principal de un ciclo natural de ~ 60 años no está todavía clara. Sin embargo, el sistema solar oscila debido al movimiento de los planetas. El sistema de Júpiter-Saturno produce oscilaciones de ~ 60 años en el movimiento del baricentro del Sol e induce también oscilaciones equivalentes en la órbita de la tierra. En particular, la velocidad del Sol en relación con el centro de masa del sistema solar presenta claramente  oscilaciones de ~ 20 y ~ 60 años en concordancia con  las oscilaciones de ~ 20 y ~ 60 años observadas en el sistema climático. Por otra parte, los dos grandes ciclos de las mareas de 9,3 años (alineación de Júpiter y Saturno) y de 11,86 años (período de Júpiter) tienen un período de resonancia de unos 61 años. Por lo tanto, es posible que la actividad solar y /o la heliosfera puedan sincronizarse con un sistema solar natural de un ciclo de ~ 60 años e influir en el clima de la Tierra, quizás a través la influencia de los rayos cósmicos en la capa de nubes.

En los modelos climáticos actuales no se tiene en cuenta esta oscilación. En el artículo citado en segundo lugar se evalúa que el 60 % del calentamiento global del período 1970 – 2000 es debido a este ciclo.

jueves, 4 de julio de 2013

El decenio climático 2001-2010, según la OMM


Se ha publicado recientemente por la Organización Mundial Meteorológica (OMM) el estudio 'El estado del clima mundial2001-2010. Un decenio de fenómenos climáticos extremos'

El decenio más cálido

El período comprendido entre 2001 y 2010 fue el decenio más cálido jamás registrado desde que se empezaron a realizar mediciones en la época moderna hacia 1850. Se estima que la temperatura media mundial del aire sobre la superficie terrestre durante este período de 10 años fue de 14,47 °C ± 0,1 °C, es decir, 0,47 °C ± 0,1 °C por encima de la media mundial del período comprendido entre 1961 y 1990 que fue de +14,0 °C y +0,21 ± 0,1 °C por encima de la media mundial registrada entre 1991 y 2000. Esto es, 0,88 ºC por encima de la temperatura media durante el primer decenio del siglo XX (1901-1910).

Temperatura (°C) decenal combinada del aire a nivel mundial sobre la superficie terrestre y la superficie del mar obtenida a partir del promedio de los tres conjuntos de datos independientes mantenidos por el Centro Hadley de la Oficina Meteorológica del Reino Unido y la Dependencia de investigación climática de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido (HadCRU), el Centro Nacional de Datos Climáticos de la NOAA (NCDC) y el Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales, dirigido por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA-GISS). La línea gris horizontal indica el valor medio a largo plazo para el período 1961-1990 (14 °C)

Si se realiza un análisis por regiones, se observará que en la mayoría de las diversas partes del mundo también se registraron temperaturas por encima de la media durante el decenio mencionado, en particular en 2010, año en el que algunas zonas se batieron los récords en más de 1 ºC. A escala nacional, una gran mayoría de países respondieron a la encuesta de la OMM e informaron haber vivido el decenio más cálido jamás registrado. Entre 2001 y 2010 muchos países y regiones de gran extensión geográfica registraron anomalías que superaron +1 ºC respecto a la media a largo plazo registrada durante el período comprendido entre 1961 y 1990.

Frío y calor extremos

Aunque la temperatura media anual es un indicador climático importante, las temperaturas que experimentan las personas pueden variar notablemente de un día a otro y a lo largo de un año debido a la variabilidad natural del clima. Al mismo tiempo, la influencia de la actividad humana probablemente ha acentuado las temperaturas máximas de días y noches extremadamente cálidos, y las temperaturas mínimas de días y noches extremadamente fríos, siendo más probable que improbable que el cambio climático inducido por la actividad humana haya aumentado el riesgo de olas de calor.

Según refleja la encuesta de la OMM, 56 países (el 44 por ciento) han señalado que la temperatura máxima diaria absoluta durante el período comprendido entre 1961 y 2010 se registró en el decenio de 2001-2010, frente al 24 por ciento de ellos que la registraron en 1991-2000, y el 32 por ciento restante que la registraron durante alguno de los tres decenios anteriores. Por el contrario, el 11 por ciento (14 de 127) de los países, señalaron que su temperatura mínima diaria absoluta se registró en el decenio de 2001-2010, frente al 32 por ciento que la registraron entre 1961 y 1970 y alrededor del 20 por ciento que lo hicieron en cada uno de los decenios intermedios.

Precipitaciones, inundaciones y sequías

En todo el mundo, las precipitaciones, inundaciones y sequías varían naturalmente de un año a otro y de un decenio a otro. Además, como el aire cálido puede retener más humedad, es probable que el cambio climático haya influido en la probabilidad e intensidad de los episodios de precipitaciones extremas. El aumento de las temperaturas acelera el ciclo hidrológico que debería contribuir a que se produjeran precipitaciones más intensas y una mayor evaporación. El mayor número de registros nacionales para los episodios de precipitaciones extremas de 24 horas, como se indica en la encuesta de la OMM, se produjo en los últimos dos decenios, esto es, entre 1991 y 2010.

Registros nacionales absolutos de las precipitaciones totales en 24 horas en los últimos cinco decenios (Fuente: Encuesta de la OMM)

El promedio de las precipitaciones en la superficie terrestre a nivel mundial durante el período comprendido entre 2001 y 2010 estuvo por encima del promedio registrado entre 1961 y 1990. Fue el decenio más húmedo desde 1901, a excepción del decenio de 1950. Además, 2010 fue el año más húmedo jamás registrado a nivel mundial. Los años más húmedos anteriores fueron 1956 y 2000, que, al igual que la segunda mitad de 2010, coincidieron con intensos episodios de La Niña.

Anomalía de la precipitación decenal mundial (en mm) con respecto a las normales estándar de la OMM para 1961-1990 (Fuente: NOAA-NCDC)

Tormentas violentas

Según el Centro Nacional de Datos Climáticos de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA), 2001-2010 fue el decenio en el que la actividad de los ciclones tropicales alcanzó el nivel más elevado registrado en la cuenca del Atlántico Norte desde 1855. Se registró un promedio de 15 tormentas con nombre al año, muy por encima del promedio a largo plazo de 12 tormentas con nombre al año.

Conclusiones

Si bien los climatólogos consideran que aún no es posible atribuir fenómenos extremos individuales al cambio climático, sus conclusiones apuntan cada vez más a que muchos fenómenos recientes habrían ocurrido de forma diferente o no habrían ocurrido en absoluto si no existiera el cambio climático. Por ejemplo, la probabilidad de que se produjera la ola de calor que afectó a Europa en 2003 aumentó considerablemente con el incremento de las temperaturas mundiales.

No existe una tendencia definida en cuanto a los ciclones tropicales y las tormentas extratropicales a nivel mundial.


lunes, 1 de julio de 2013

La relación entre El Niño y el calentamiento global


La capacidad de predecir cómo responderá al calentamiento global el fenómeno El Niño (ENSO = El Niño Southern Oscillation) tiene gran importancia, ya que afecta a millones de personas. Los registros instrumentales son demasiado recientes (teniendo en cuenta las oscilaciones naturales del fenómeno) para determinar si las variaciones que se observan son simplemente naturales o atribuibles al calentamiento global.

En un artículo El Niño modulations over the past seven centuries, un equipo internacional de científicos ha recopilado 2.222 cronologías de anillos de árboles de los últimos siete siglos, tanto de los trópicos como de las latitudes medias en ambos hemisferios. Los anillos de los árboles han demostrado ser una buena representación de la temperatura y de las precipitaciones.

Estos registros indican que El Niño fue inusualmente activo en el siglo XX en comparación con los últimos siete siglos, y está fuera de su variabilidad natural, lo que apoya la idea de que la actividad inusualmente alta del ENSO en el siglo XX es una consecuencia del calentamiento global. Si esta respuesta del fenómeno El Niño al calentamiento global continúa, dará lugar a más fenómenos extremos, como inundaciones o sequías.



El gráfico muestra la variabilidad de El Niño según los anillos de los árboles (azul) y según las medidas instrumentales (rojo). Las líneas de puntos indican la frontera de la variabilidad natural. El comportamiento de El Niño en los últimos decenios está fuera de esta variabilidad natural.