lunes, 30 de diciembre de 2013

La actividad solar parece no haber sido un actor clave de los cambios climáticos


El cambio climático no ha sido fuertemente influenciado por las variaciones en el calor del sol, según nuevo estudio recientemente publicado, titulado Small influence of solar variability on climate over the past millennium.

Las conclusiones de este estudio contrastan con una visión científica generalizada, que supone que los períodos largos de clima cálido y de clima frío en el pasado podrían haber sido causadas por fluctuaciones periódicas de la actividad solar.

Los autores examinan las causas del cambio climático en el hemisferio norte durante los últimos 1.000 años, y  han llegado a la conclusión que, hasta el año 1800, el principal impulsor de los cambios periódicos en el clima fueron las erupciones volcánicas, que tienden a evitar que la luz solar llegue a la Tierra, causando un clima frío y más seco. Concluyen también que, desde 1900, los gases de invernadero han sido la principal causa del cambio climático.

Los factores determinantes utilizados para el estudio
(a) Datos ópticos aerosol volcánico de Crowley et al.7, mostrando el espesor óptico medio global a 0,55μm.
(b) Total de datos de irradiación estelar de Steinhilber, Beer y Frohlich para 800-1810 y de Wang, Lean y Sheeley para 1810-2000.
(c) Concentración de CO2, N2O, CH4 de Schmidt et al.
(d) Porcentaje de la masa terrestre del planeta (bosque, prados, cultivos) según Pongratz et al.

Los resultados muestran que no se debe esperar que los períodos de baja actividad solar tengan un gran impacto en las temperaturas del planeta (lo que no es de extrañar después que se descubrieran los errores de los primeros satélites de medición de la radiación solar, y que las variaciones de la misma eran mucho menores de lo que se creía) y se espera que sirvan para mejorar la comprensión de los científicos y para ayudar a la predicción del clima.

Los autores realizaron el estudio con los registros de las temperaturas del pasado construidas con datos de anillos de árboles y otras fuentes históricas. Compararon estos datos con modelos informáticos del clima pasado, así como con cambios tanto significativos como de menor importancia en el sol, y dedujeron que la actividad solar ha tenido un impacto mínimo en la temperatura en el último milenio.

(a) simulaciones con todos los forzamientos (rojo y verde) en comparación con un conjunto de reconstrucciones y de medidas instrumentales de anomalías de temperatura (azul). Las grandes erupciones volcánicas se muestran como líneas verticales grises.
(b) la media del conjunto de resultados individuales de los distintos forzamientos (volcénico, gases de efecto invernadero, uso de la tierra, radiación solar) en comparación con el conjunto de las reconstrucciones de temperatura (gris claro).
(c) la contribución simulada de cada forzamiento individual (colores como en b) en los periodos que coinciden con los tres mínimos solares (resaltados en color gris en b, y los últimos 50 años (notar que es una escala diferente) con una incertidumbre del 95%. Un asterisco indica que la contribución de un forzamiento es significativa al nivel del 5%.

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