Un estudio publicado hace pocos meses, Developmentof Middle Stone Age innovation linked to rapid climate change, presenta la
prueba más convincente hasta la fecha de que el cambio climático abrupto fue
clave en el desarrollo de la evolución humana.
El rápido cambio climático durante la Edad de Piedra Media, entre hace
80.000 y 40.000 años, desató oleadas de innovación cultural en las primeras
poblaciones humanas modernas.
Los científicos estudiaron un testigo (core) de sedimento marino de la
costa de África del Sur y reconstruyeron la variabilidad del clima terrestre de
la zona en los últimos 100.000 años, y encontraron que Sudáfrica experimentó
transiciones climáticas rápidas hacia condiciones más húmedas a la vez que el
hemisferio norte experimentó condiciones de frío extremo.
Localización del testigo de sedimento marino (CD154-17-17K) y de los sitios
arqueológicos estudiados
Estos grandes eventos de enfriamiento del hemisferio norte se han vinculado
a un cambio en la circulación del Océano Atlántico, que llevó a una reducción
del transporte de agua tibia hacia las altas latitudes del norte. En respuesta
a este enfriamiento del hemisferio norte, grandes zonas del África subsahariana
experimentaron condiciones muy secas.
Con los nuevos datos del estudio citado se observa que, en contraste con el
África subsahariana, el clima de Sudáfrica respondió en la dirección opuesta,
con un aumento de las lluvias, que puede estar asociado con un desplazamiento
hacia el sur, a nivel mundial, del cinturón del monzón tropical.
Variabilidad moderna de las lluvias en África (a – enero, b – agosto)
Comparando la época de estos pulsos húmedos que ocurrieron rápidamente con
los datos arqueológicos, se encontraron coincidencias notables, ya que las
épocas de la aparición de varias de las principales industrias de la Edad de
Piedra Media coincidieron fuertemente con la aparición de los períodos de aumento de
las lluvias. Del mismo modo, la desaparición de las industrias parece coincidir
con la transición a condiciones climáticas secas.
a)
Fechas de innovaciones en la Edad de
Piedra Media en Sudáfrica, que coinciden con los eventos Heinrich HS4-6 y los períodos fríos 19 y 20 de
Groenlandia.
b)
δ18O correspondiente a los testigos NGRIP de Groenlandia.
Los números indican los períodos cálidos.
c)
δ18O de las cuevas Hulu y Sanbao, en China, que
muestran el sincronismo entre la variabilidad del monzón asiático y la del
clima del Atlántico Norte (en verde)
d)
Fe/K del
testigo CD154-17-17K, que refleja que los ríos descargaban más
agua al mar durante los períodos fríos del hemisferio norte (en rojo).
e)
δ18O del testigo CD154-17-17K (en rojo), comparado con
δD de EPICA (en azul), con indicación de los MIS (Marine Isotope Stages)
Esta correspondencia entre mejorías climáticas y las innovaciones
culturales apoya la opinión de que el crecimiento demográfico impulsó los
cambios culturales, a través de un aumento de las interacciones humanas.
El registro arqueológico de Sudáfrica es muy importante, ya que muestra algunas
de las evidencias más antiguas de la conducta moderna en los primeros seres
humanos . Esto incluye el uso de símbolos, que se ha relacionado con el
desarrollo de un lenguaje complejo y adornos personales hechos de conchas
marinas.
La calidad de los datos del sur de África ha permitido hacer estas
correlaciones entre el clima y el cambio de comportamiento, pero se requerirá
de datos comparables de otras áreas antes de que podamos decir si esta región fue
la única importante en el desarrollo de la cultura humana moderna.
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