Leído ayer en el periódico Información, de Alicante, en la sección meteorológica, y firmado por José Sierra:
Un pronóstico difícil
A finales de este año se espera que España alcance una potencia eólica instalada de casi 20.000 MW, que pueden llegar a 30.000 dentro de una década. Tan rápido y brutal crecimiento constituye un quebradero de cabeza para Red Eléctrica, el operador eléctrico español.
La eólica ha hecho que Red Eléctrica opere a diario al filo de una afilada navaja para casar la producción y demanda, en una difícil conveniencia en la que no cabe descartar “desajustes” que los españoles percibirían en forma de apagón. En ocasiones, la evolución de la generación eólica es contraria a los requerimientos de la demanda, con puntas en invierno y verano (olas de frío y calor) que coinciden con situaciones anticiclónicas que llegan a parar los inagotables molinos.
Aunque relativamente antiguo, el ejemplo de 2007 puede resultar ilustrativo el 4 de febrero se produjo un mínimo de producción eólica de 24 MW. Este mismo año, el 19 de marzo, se producía un récord de producción, hoy superado, de 8375 MW. En 2008 hubo un día en el que la eólica representó el 48 % de la demanda eléctrica en España, y otro en el que no superó el 1 %.
En este contexto, disponer de reservas hidroeléctricas, como la de la Muela Cortés, capaz de corregir en segundos cualquier necesidad de la demanda, resulta fundamental.
También ayuda, y mucho, anticipar la producción eólica mediante modelos meteorológicos. Desde 2002, Red Eléctrica desarrolla su propia herramienta, de nombre Sipreolico, basada en los modelos de la Agencia Estatal de meteorología, y realimentada constantemente con datos y experiencias reales. Sin embargo, el sistema tiene dificultades para predecir más allá de 24 horas, y mantiene todavía una elevada probabilidad de “desvíos” con repercusiones en la operación del sistema.
Pues eso…
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