viernes, 24 de marzo de 2017
Extensión mínima anual del hielo marino antártico
El pasado día 1 de marzo se
alcanzó la extensión mínima anual del hielo marino antártico, con 2,08 millones
de km2, el valor más bajo desde que se tienen datos medidos por
satélite.
Extensión máxima anual del hielo ártico
El pasado día 5 de marzo se
alcanzó la extensión máxima anual del hielo ártico, con 14,45 millones de km2,
el valor más bajo desde que se tienen datos medidos por satélite.
La tendencia de la extensión
máxima del hielo ártico desde el año 1979 hasta hoy es de una pérdida de 44.100
km2 anuales.
viernes, 10 de marzo de 2017
El Niño ha terminado
El fenómeno El Niño que hemos
tenido desde marzo del 2014 ha llegado a su fin. El índice MEI (Multivariate
ENSO Index) ha pasado a ser negativo en setiembre del 2016. En este momento
estamos en un período neutro entre El Niño y La Niña.
Podemos observar que, desde
el año 1950 hasta el 1975 predominaba La Niña, mientras que, desde el año 1975
hasta ahora predomina El Niño. No sabemos si es debido o no al calentamiento
global.
Si comparamos la evolución
del índice MEI de El Niño que acabamos de pasar con el de los años 1986-1988
(que causó un importante aumento de la temperatura global), podemos ver que
ambos son relativamente parecidos, tanto en intensidad como en duración. El gráfico comienza con el índice diciembre-enero
del año 1986 para el primero y del año 2014 para el segundo, y termina con el
índice de mayo-junio de 1988 para el primero y del año 2016 para el segundo.
Esto nos lleva a pensar que los récords de las temperaturas globales de los dos últimos años
son, en gran parte, debidos a este último El Niño, y que volveremos a valores
más “normales” tanto en el año actual como en el próximo.
martes, 24 de enero de 2017
La extensión del hielo marino
La extensión del hielo marino
total sigue siendo menor que la de cualquiera de los años anteriores, desde que
se tiene un registro histórico (1978). Un gráfico preocupante y que deberemos
de ir siguiendo con regularidad para ver si esta anomalía se corrige o no en el
transcurso del año.
viernes, 20 de enero de 2017
Las temperaturas del año 2016 - NOAA
La NOAA (National Oceanic and
Atmospheric Administration) acaba de publicar los datos de temperatura del año
2016. Según estos datos, la temperatura global del año ha sido la más elevada
de la serie histórica, con una anomalía de + 0,94° C (base 1901-2000), poco más que la del año 2015, en
el que la anomalía fue de + 0,90° C. La tendencia de los años 1980-2016 ha sido de + 0,17° C/década.
La anomalía del hemisferio
norte también ha sido la más alta de la serie histórica, con un valor de + 1,13° C, por encima del récord anterior del año 2015 (+
1,09° C). La
tendencia del período 1980-2016 ha sido de + 0,23° C/década.
El hemisferio sur también ha
batido el récord, con una anomalía de + 0,74° C en 2016, por encima de los 0,71° C del año 2015. La tendencia del período 1980-2016 ha
sido de + 0,09° C/década.
jueves, 19 de enero de 2017
Las temperaturas del año 2016 - CRU
Climatic Research Unit (CRU),
en la universidad de East Anglia (Reino Unido) acaba de publicar los datos de
las anomalías de temperatura del año 2016.
Considerando las temperaturas
globales, la temperatura media del año 2016 ha sido la más elevada de la serie
histórica, con una anomalía de + 0,77° C, prácticamente igual a la del año 2015 (+ 0,76° C), lejos del siguiente año más cálido, que fue el
año 2014 (+ 0,58° C)
En el hemisferio norte, la
anomalía del año 2016 ha sido de + 1,02° C, ligeramente inferior a la del año 2015 (+ 1,03° C)
En el hemisferio sur, la
anomalía del año 2016 ha sido de + 0,53° C, superior a la del año 2015 (+ 0,50° C)
domingo, 15 de enero de 2017
La "pausa" en el calentamiento global posiblemente no existió
Un artículo polémico
publicado hace dos años que concluyó que no hubo una disminución detectable en
el calentamiento de los océanos durante los últimos 15 años, conocido como la
"pausa del calentamiento global", ha sido confirmado usando datos
independientes en la investigación dirigida por investigadores de la
Universidad De California, Berkeley y Berkeley Earth, un instituto de
investigación sin fines de lucro enfocado en el cambio climático, que han
publicado sus resultados el pasado 4 de enero en un artículo titulado “Assessing recent warming usinginstrumentally homogeneous sea surface temperature records”
El análisis de 2015 mostró
que las boyas modernas usadas actualmente para medir las temperaturas oceánicas
tienden a dar temperaturas ligeramente más frías que los sistemas antiguos
basados en barcos, incluso cuando miden la misma parte del océano al mismo
tiempo. Como las medidas de la boya han reemplazado las mediciones de los
barcos, esto había ocultado parte del calentamiento real.
Después de corregir este
"sesgo frío", los investigadores de la NOAA han llegado a la
conclusión que los océanos en realidad se han calentado 0,12°C por década en los últimos 19 años, casi el doble que
las estimaciones anteriores de 0,07°C por década. Con estos nuevos datos, la tasa de
aumento de la temperatura del océano está en línea con la tasa de aumento de
los años entre 1970 y 1999.
Los escépticos del cambio
climático atacaron a los investigadores de la NOAA cuando publicaron su
artículo hace dos años y modificaron sus registros de temperatura en
consecuencia. El nuevo estudio, que utiliza datos independientes de satélites y
flotadores robotizados, así como boyas, concluye que los resultados de NOAA
fueron correctos.
Hace años, los marineros
medían la temperatura del océano recogiendo un cubo de agua del océano y medían
su temperatura con un termómetro. En la década de 1950, sin embargo, los buques
comenzaron a medir automáticamente el agua canalizada a través de la sala de
máquinas, que por lo general es una zona relativamente caliente. Hoy en día,
las boyas cubren gran parte del océano y sus datos están comenzando a usarse en
vez de usar los datos de los buques.
La modificación sustancial de
los datos de las temperaturas medidas por satélite de la Universidad de Alabama
en Huntsville de pasado mes de abril, y estas imprecisiones en las temperaturas
oceánicas corregidas en 2015 y confirmadas ahora, hacen que no haya que tener demasiada
prisa en deducir aceleraciones o parones en el calentamiento global.
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