El hollín es el segundo mayor contribuyente al calentamiento global, y su
influencia en el clima ha sido muy subestimado, según un nuevo estudio
publicado recientemente, titulado Bounding the role of black carbon in the climate system: A scientific assessment. Se trata de un estudio muy relevante,
de más de 200 páginas, que ha necesitado 4 años.
Los motores diésel los incendios forestales y muchas otras fuentes emiten partículas
de hollín a la atmósfera. Además de causar problemas de salud respiratoria, el
hollín también calienta el clima. Durante décadas, su impacto sobre el clima ha
sido la fuente de muchos debates.
El estudio presenta por primera vez un análisis completo y cuantitativo de
la función del hollín en el sistema climático. Sus resultados indican el hollín
viene después del dióxido de carbono y se sitúa delante del metano como la
causa principal del calentamiento global debido a las actividades humanas, y
que su influencia en el clima ha sido subestimada, confirmando algunos estudios
anteriores.
Esquema de los procesos que controlan la distribución del hollín en la
atmósfera y su influencia sobre el clima
Las estimaciones de la influencia del hollín en el calentamiento global
multiplican por dos las del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio
Climático) del 2007.
El total de emisiones de hollín se estima en 7.620 toneladas en el año
2000, como se ve en la figura siguiente.
El forzamiento directo de todas las fuentes de hollín se estima en 0,88
W/m2 (a comparar con 1,8 W/m2 para el CO2 y con 0,51 W/m2 para el metano). Sin
embargo, el forzamiento directo del hollín no refleja otros mecanismos
importantes, como su influencia sobre las nubes. Incluyendo todos los
mecanismos, el forzamiento del hollín se estima en 1,1 W/m2.
El informe revela que el hollín es una causa importante del rápido calentamiento
en el hemisferio norte en latitudes medias y altas, incluyendo el norte de
Estados Unidos, Canadá, Europa septentrional y Asia septentrional. Sus efectos
también se pueden sentir más al sur, induciendo cambios en los patrones de
lluvia del monzón asiático.