Se acaba de publicar un informe de un equipo internacional de científicos dirigido por el British Antarctic Survey (BAS), titulado Antarctic ice-sheet loss driven by basal melting of ice shelves, que ha establecido que las corrientes cálidas del océano son la causa principal de la pérdida de hielo reciente de la Antártida. Se han utilizado nuevas técnicas para diferenciar, por primera vez, entre las dos causas conocidas de la fusión de las capas de hielo: las corrientes cálidas del océano que atacan su parte inferior, y la fusión por aire caliente desde arriba. Este hallazgo es un paso más para ofrecer proyecciones fiables sobre el futuro del nivel del mar.
Las mediciones provienen del satélite ICESat de la NASA (Ice, Cloud and Land Elevation Satellite), corresponden al período 2003 – 2008, y se han utilizado para detectar cambios en el espesor de las placas de hielo a través del tiempo.
Los autores utilizaron 4,5 millones de mediciones realizadas. Han llegado a la conclusión de que de las 54 plataformas de hielo en las que se han realizado mediciones, 20 se derriten debido a las corrientes oceánicas cálidas, la mayoría de las cuales se encuentran en la Antártida Occidental.
En todos los casos, los glaciares continentales que fluyen hacia la costa y que alimentan estas plataformas de hielo se han acelerado, drenando más hielo hacia el océano y contribuyendo a la elevación del nivel del mar.
En la mayoría de lugares en la Antártida, no se puede explicar el adelgazamiento de las placas de hielo a causa de la fusión de la nieve en superficie, por lo que la única explicación es que sea impulsada por las corrientes oceánicas cálidas, que las derriten desde abajo.
Velocidad a la que cambia el espesor del las capas de hielo de la Antártida en el período 2003-2008
Los autores han investigado toda la costa antártica y han encontrado un patrón claro: en todos los casos en que las placas de hielo se están derritiendo por las corrientes oceánicas, los glaciares continentales se están acelerando. Es esta aceleración del glaciar la que es responsable de la mayor parte del aumento de la pérdida de hielo del continente y, como es lógico, esto contribuye a la elevación del nivel del mar.
La distinción entre la pérdida de hielo impulsado por la nieve derretida en la superficie de las placas de hielo y la pérdida de hielo por fusión de la base de las plataformas de hielo no es una tarea trivial. Para ello han utilizado modelos informáticos, que utilizan tanto los datos del clima como la física que rige los cambios de la nieve para observar la forma como las superficies de las placas de hielo van cambiando.
Las placas de hielo normalmente actúan como contrafuertes naturales, frenando la marcha de los glaciares de la Antártida hacia el mar.
Lo que es realmente interesante es lo sensibles que parecen ser estos glaciares. Algunas placas de hielo están adelgazando unos pocos metros al año y, en respuesta, los glaciares drenan miles de millones de toneladas de hielo en el mar. Esto apoya la idea de que las placas de hielo son importantes para controlar la velocidad de los glaciares que los alimentan, controlando también, por tanto, la pérdida de hielo de la Antártida. Esto significa que se puede perder una gran cantidad de hielo en el mar aún sin tener veranos suficientemente cálidos para hacer que la nieve de la cima de los glaciares se derrita, ya que los océanos pueden hacer todo el trabajo desde abajo.
Sin embargo, esto plantea la pregunta de por qué esto sucede precisamente ahora. Los autores creen que está relacionado con cambios en los patrones del viento. Hay estudios que han demostrado que los vientos antárticos han cambiado debido a los cambios climáticos, y que esto ha afectado tanto a la fuerza como a la dirección de las corrientes oceánicas. Como resultado de ello el agua caliente se canaliza por debajo del hielo flotante. Estos estudios y los nuevos resultados sugieren que los glaciares de la Antártida están respondiendo rápidamente a un clima cambiante.
Un panorama diferente se observa en la península oriental de la Antártida (el largo tramo de tierra que apunta hacia América del Sur). Aquí, el adelgazamiento de la placa de hielo encontrado en este estudio puede ser explicado por los vientos cálidos del verano que derriten directamente la nieve en las superficies de las placas de hielo. Ambos patrones, la fusión impulsada por el mar (que es la más generalizada) y la fusión de verano en la Península Antártica, por lo tanto, se pueden atribuir a los patrones cambiantes del viento en la Antártida.
Este estudio muestra muy claramente por qué la capa de hielo de la Antártida está disminuyendo, lo cual es un avance importante. Pero el verdadero significado es que también muestra que la clave para poder predecir cómo va a cambiar en el futuro la capa de hielo está en la comprensión de los océanos. Es decir, que no sólo se deben estudiar los cielos de la Antártida, sino también los océanos circundantes.