El aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera no solamente tiene como consecuencia un aumento de las temperaturas globales, sino que, además, acidifica los océanos. La acidificación del océano es el proceso por el cual los niveles de pH del agua de mar disminuyen debido a una mayor cantidad de dióxido de carbono absorbido por los océanos de la atmósfera. Actualmente los océanos absorben aproximadamente una cuarta parte de los gases de efecto invernadero. Unos niveles de pH más bajos hacen que el agua sea más ácida y los estudios de laboratorio han demostrado que la disminución de las tasas de calcificación de un agua más ácida en muchos organismos reduce su capacidad para construir conchas o esqueletos.
Estos cambios, en muchas especies que van desde los corales a los camarones,
tienen el potencial de afectar las especies situadas arriba y abajo de la
cadena alimenticia.
Un equipo de investigadores ha encontrado que la disminución del hielo marino
en el verano ártico tiene consecuencias importantes para la capa superficial
del océano Ártico, y lo ha documentado en el artículo Baseline Monitoring of the Western Arctic Ocean Estimates 20% of Canadian Basin Surface Waters Are Undersaturated with Respect to Aragonite.
Como la capa de hielo marino retrocede, el agua que se encontraba debajo
del hielo queda expuesta al dióxido de carbono atmosférico, que es el principal
impulsor de la acidificación de los océanos.
Además, el agua dulce procedente del hielo marino derretido diluye el agua
de mar, lo que reduce los niveles de pH y las concentraciones de calcio y de
carbonato, que son los constituyentes, o bloques de construcción, de la
aragonita mineral. La aragonita y otros minerales a base de carbonato constituyen
la parte más dura de esqueletos y conchas marinas de muchos microorganismos. La
reducción de las concentraciones de calcio y de carbonato puede afectar al
crecimiento de organismos de los que muchas especies dependen para alimentarse.
Estado de saturación de la aragonita y contribución de agua dulce en
regiones del oeste del Océano Ártico
La nueva investigación muestra que la acidificación de las aguas
superficiales del Océano Ártico se está expandiendo rápidamente en áreas que
estuvieron antes aisladas del contacto con la atmósfera debido a que estaban
cubiertas de hielo.
Un 20 por ciento de la cuenca de Canadá se ha vuelto más corrosivo para los
minerales de carbonato, y esto en un periodo relativamente corto de tiempo. En
ningún lugar en la Tierra se ha documentado esta rápida acidificación de los
océanos a tan gran escala.
A nivel mundial, la superficie oceánica de la Tierra está cada vez
acidificada debido a la absorción del dióxido de carbono atmosférico, cuya
concentración va en aumento. Los modelos de acidificación de los océanos
muestran que con el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera, el océano
Ártico tendrá concentraciones crucialmente bajas de carbonatos minerales
disueltos, como la aragonita, en la próxima década.
En el Ártico, donde el hielo marino ha estado retrocediendo durante varios
años, la dilución de agua de mar con el hielo marino que se derrite
añade más leña al fuego de la acidificación de los océanos. No sólo es que la
cubierta de hielo retirado deja el agua de la superficie expuesta al dióxido de
carbono, sino que la capa superficial del agua es ahora más dulce, y esto
significa que hay menos iones de calcio y carbonato disponibles para los
organismos.
Salinidad en la superficie del oeste del Océano Ártico
Paprika
ResponderEliminar