viernes, 7 de septiembre de 2012

Un Ártico más húmedo podría acelerar el cambio climático


El aumento de las precipitaciones y de las aportaciones fluviales en el Ártico tiene el potencial de acelerar el cambio climático, según el estudio recientemente publicado Enhanced poleward moisture transport and amplified northern high-latitude wetting trend.

Al ir cambiando el clima, las altas latitudes del norte del planeta se están volviendo más húmedas. Tanto la humedad del aire, como las precipitaciones, como las aportaciones fluviales han aumentado, lo que lleva a un ciclo del agua más fuerte, que puede intensificar las interacciones del sistema climático y acelerar el cambio climático.

Las columnas muestran los valores del transporte de humedad atmosférica (AMT) y del caudal de los ríos Obi, Lena y Yenisei. Los puntos amarillos son la localización de las medidas de caudal.

Los autores han examinado los ciclos del agua de los ríos Obi, Lena y Yenisei durante las seis últimas décadas. Encontraron un aumento de la humedad atmosférica del 2,6 % por década, lo que produjo un aumento de la aportación de agua dulce al Ártico de casi un 2 % por década. Esto significa que los tres ríos han aumentado su caudal en 2,7 ± 0,8 km3 por año cada año durante el período 1948 - 2008. Esta cifra es un 59 % superior a la estimada durante el período 1936 – 1990, en que era de 1,7 ± 0,7 km3/año cada año, lo que da un incremento del caudal de los ríos al final de la década de los 90 respecto a mediados de la década de los 30, de unos 128 km3 por año. Con las nuevas mediciones, el aumento del caudal de los ríos entre 1948 y 2008 es de unos 168 km3 por año.

El transporte de humedad atmosférica (AMT) aumentó aún más que el caudal de los ríos, ya que lo hizo al ritmo 3,9 ± 1,4 km3/año cada año, lo que significa que en la década de los 2000 se transportaron 232 km3/año de humedad atmosférica más que a finales de la década de los 40 a las cuencas de estos tres ríos.

Estas medidas son importantes ya que hay estudios que sugieren que este incremento de la humedad y del caudal de los ríos que van al océano Ártico pueden disminuir su salinidad y causar un aumento de la temperatura de las aguas superficiales, y también disminuir la circulación del agua en el Atlántico, lo que puede afectar a muchos sistemas biológicos y climáticos, así como a la extensión del hielo ártico y a la erosión de la costa, con un balance global que puede acelerar el calentamiento global.

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