domingo, 31 de octubre de 2010

La temperatura global de los próximos veinte años

Hacer previsiones fiables del cambio climático en el futuro inmediato es difícil. Un artículo titulado How will Earth’s surface temperature change in future decades?, publicado en agosto del 2009, lo intenta. Pare ello descompone los últimos observaciones de temperaturas de la superficie en cuatro componentes: los asociados con el ENSO (El Niño), con las actividades volcánica y solar, y con las influencias antropogénicas, lo que permite predecir los cambios mundiales y regionales en las próximas dos décadas.

A partir de 2009 a 2014, predicen un aumento de la temperatura superficial global de 0,15 ± 0,03 ºC, debido a un aumento en las influencias antropogénicas y la radiación solar, lo que representa un aumento 50% mayor que lo predicho por el IPCC y una aceleración del aumento de la temperatura global, estancada desde 2002.

Pero como resultado de la disminución de la actividad solar en los cinco años siguientes, la temperatura promedio en 2019 se prevé que sea sólo 0,03 ± 0,01 ºC más cálida que en el 2014. Esta falta de calentamiento global en el período 2014 – 2019 es similar a lo sucedido en el período comprendido entre 2002 y 2008, cuando la radiación solar disminuyó, y esta disminución contrarrestó la mayor parte del calentamiento antropogénico.


En la figura podemos observar las conclusiones de este artículo. El gráfico superior muestra las temperaturas medias globales observadas mensualmente (negro) y un modelo empírico (naranja) que combina estos cuatro componentes.

En el gráfico central se ven las contribuciones individuales de estos componentes, es decir, ENSO (púrpura), los aerosoles volcánicos (azul), la radiación solar (verde) y efectos antropogénicos (rojo). Juntos, los cuatro componentes explican el 76% de la varianza en las observaciones de la temperatura global. Los escenarios de futuro se muestran como líneas discontinuas.

En el gráfico inferior se establecen las hipótesis de la variación de la radiación solar y de la influencia antropogénica.

De manera arbitraria, pero coherente con lo que ha sucedido en los últimos años, se ha previsto una erupción volcánica tipo Pinatubo en 2014, y un ENSO extraordinario, parecido al de 1998, para el 2009. Sus consecuencias se ven en la figura superior, en naranja y en trazos.

Es interesante ver que este artículo llega a la conclusión que el estancamiento en al aumento de la temperatura global de estos últimos años ha sido debido a la disminución de la actividad solar, por lo que podremos comprobar fácilmente si llevan razón observando si en los próximos años el calentamiento se acelera, ya que la actividad solar se sumará al efecto antropogénico.

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