sábado, 26 de mayo de 2012
Las temperaturas árticas
Una de las predicciones del informe 2007 del IPCC es que las temperaturas en la zona ártica subirán a un ritmo de dos a tres veces superior al de la temperatura global.
En el artículo Arctic air temperature change amplification and the Atlantic Multidecadal Oscillation, publicado en julio del año 2009 se estudian las variaciones de las temperaturas árticas desde el año 1910 hasta la actualidad. Para ello se divide la zona ártica en dos: el bajo Ártico (64º a 70º N) y el alto Ártico (70º a 90ºN), y se estudia como ha variado la temperatura en estas zonas con respecto a la variación global de temperatura del planeta. El gráfico siguiente refleja estas variaciones.
Los gráficos de la izquierda (a, c y d) corresponden a las anomalías de temperatura de las zonas árticas, y los de la derecha (b, d y e) a las anomalías globales, respecto de la media del período 1910 – 2008.
a y b corresponden a las anomalías anuales
c y d corresponden a las anomalías del invierno
e y f corresponden a las anomalías del verano
La curva roja gruesa corresponde a una media móvil de 5 años
Las líneas rectas son las regresiones lineales de los diferentes períodos
Estas curvas se resumen en la siguiente tabla. El aumento global de temperatura del aire en los continentes fue de 0,11 ºC/década durante el período 1910-1940 y de 0,19 durante el período 1970-2008. El enfriamiento global fue de -0,04ºC/década durante el período 1940-1970. Aunque variación de temperatura de las zonas árticas no fue significativamente diferente durante los períodos de calentamiento y de enfriamiento, la variación de la temperatura global fue bastante mayor durante los períodos de calentamiento que durante los períodos de enfriamiento. Como consecuencia, el ratio entre el calentamiento ártico y el global, llamado ampliación ártica, es menor durante los períodos de calentamiento que durante los de enfriamiento. Así, la ampliación ártica para el bajo Ártico fue de 5,4 y 2,0 durante los períodos de calentamiento (1919-1940 y 1970-2008) y de 9,0 durante el período de enfriamiento (1940-1970), mientras que para el alto Ártico fue de 6,4 y de 2,9 durante los períodos de calentamiento y de 12,5 durante el de enfriamiento.
Los modelos usados por el IPCC son coherentes con la amplificación ártica observada durante el período 1970-2008, pero no lo son con la ampliación ártica del anterior periodo de calentamiento ni con la del período de enfriamiento, lo que sugiere que hay otros fenómenos que influencian la variación de temperatura de las zonas árticas además del albedo. La conclusión es que los modelos actuales no representan completamente los procesos físicos que ocurren el las zonas árticas, procesos físicos que, por otra parte, aún no se comprenden bien.
Los autores del artículo citado han formulado la hipótesis que la variabilidad de la circulación termohalina del océano Atlántico es una de las causas principales de la variación de la temperatura de las zonas árticas. La figura siguiente muestra una media móvil de 11 años de la temperatura de las zonas árticas, combinando las estaciones del bajo y del alto Ártico (en rojo) con el índice de la anomalía de la Oscilación Atlántica Multidecadal de la NOAA (azul) y de Parker (negro). Esta anomalía del AMO se ha normalizado respecto al valor de 0,7 del pico de 1930-1940.
La conclusión es que hay que estudiar mejor las causas de la evolución de las temperaturas de las zonas árticas, para determinar la importancia de la influencia de la circulación termohalina y de otras variaciones naturales en el clima ártico, y para determinar si la variabilidad natural del clima hará que el Ártico sea más o menos vulnerable al calentamiento global de origen antropogénico.
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