Otro organismo que analiza los datos de temperatura medidos por satélite es UAH (Universidad de Arizona en Huntsville). Toman como base los 30 años que van de 1989 a 2010, por lo que las anomalías difieren de la de REMSS, como es natural. El problema es que también difiere, y mucho, la tendencia del aumento de temperatura, que es de + 0,14 °C por década en los datos de UAH, mientras que REMSS muestra una tendencia sensiblemente superior, + 0,22 °C por década. Como esta última se aproxima bastante a la de los datos recogidos en la superficie, se considera más fiable.
Según UAH, la anomalía global del año 2020 ha sido de + 0,49 °C, segundo valor más alto de la serie, detrás de la del del año 2016.
En el hemisferio sur, la anomalía del 2020 ha sido de + 0,42 °C, igual a la de los años 2016 y 2019, pero inferior a la del año 1998, en que hubo un episodio muy fuerte de El Niño. La tendencia al aumento de temperaturas del hemisferio sur es de + 0,11 °C por década.
La región del polo norte ha tenido una anomalía de + 0,58 °C, bastante por detrás de los años anteriores, y la tendencia es de + 0,26 °C por década.
La región de polo sur ha presentado en 2020 una anomalía de + 0,22 °C. En esta región no se observa ninguna tendencia al calentamiento.
Si los datos de UAH reflejan la realidad, el calentamiento debido al cambio climático existe, pero es mucho menos grave que el que se deduce de las demás medidas, tanto las obtenidas por satélite como las hechas en superficie.
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