Como el agua del océano Índico es más cálida y más salada que la del océano Atlántico, esta “fuga” de agua es una fuente importante de sal y de calor para el giro del Atlántico sur. Se cree que este flujo de calor que contribuye a la alta tasa de evaporación en el Atlántico Sur, un mecanismo clave en la circulación termohalina.
En la revista Nature se acaba de publicar un artículo sobre este tema, On the role of the Agulhas system in ocean circulation and climate, en el que un equipo de científicos liderado por la Universidad de Miami Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas Oceanógrafo Lisa Beal, sugiere que la fuga de Agulhas puede ser un actor importante en la variabilidad del clima mundial.
La figura muestra el sistema de la corriente Agulhas y su fuga al Atlántico Sur. El desplazamiento de los vientos hacia el sur (figura de la derecha) a causa de un clima más cálido, provoca un desplazamiento hacia el sur del frente subtropical (flechas rojas), ensanhando la “autopista” que permite la fuga de Agulhas alrededor de la punta de África. El aumento de la fuga de Agulhas provoca a su vez un aumento en las corrientes de circunvalación del Atlántico.
Recientes investigaciones apuntan a un aumento de la fuga de Agulhas en las últimas décadas, causada principalmente por el cambio climático inducido por el hombre. Este descubrimiento es muy importante, dicen los oceanógrafos, que piensan que el aumento de fugas de Agulhas podría provocar un fortalecimiento en las corrientes del océano Atlántico, en un momento en que se han acelerado tanto el calentamiento de las corrientes del Atlántico Norte, como la entrada de agua de deshielo, que disminuye su salinidad. Se piensa que ambos factores contribuyen al debilitamiento de las corrientes atlánticas
"Esto podría significar que las actuales predicciones de los modelos del IPCC para el próximo siglo son erróneas, y que no habrá un enfriamiento en el Atlántico Norte para compensar parcialmente los efectos del cambio climático global en América del Norte y Europa", dijo Beal. "En cambio, el aumento de fugas de Agulhas puede estabilizar el transporte oceánico de calor transportado por la circulación del Atlántico."
También hay datos paleo oceanográficos que sugieren que hubo picos muy importantes en las fugas de Agulhas en los últimos 500.000 años, que pudieron haber desencadenado el final de los ciclos glaciales.
Lo dicho muchas veces: nos queda mucho por aprender, por lo que no hay que ser demasiado crédulo con los modelos que nos proponen para predecir los efectos del cambio climático.
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