Las corrientes oceánicas son, por tanto, de gran importancia para el clima del planeta. Por ejemplo, al cerrarse el istmo de Panamá, hace unos 3,4 millones de años, se cortaron las corrientes cálidas ecuatoriales, lo que permitió que se produjeran las corrientes atlánticas. Este cambio en las corrientes oceánicas puede ser la causa del calentamiento de las temperaturas que se produjo entre 3,3 y 3,0 años antes de ahora, conocido como el “Optimo Climático del Plioceno Medio”, del que ya hemos hablado.
Las corrientes marinas forman un sistema de movimientos de agua en los océanos que se conoce como circulación termohalina. El adjetivo termohalino significa temperatura (del griego termo, que significa calor) y salinidad (del griego halo, que significa sal, y que es también la raíz de halógeno). El principio general de la circulación termohalina es que el agua fría tiene una densidad mayor que el agua más caliente, y que el agua más salada tiene una densidad mayor que el agua menos salada, como se puede ver el la tabla y en el gráfico.
La temperatura promedio de las aguas marinas es aproximadamente de 16,5 ºC, con una temperatura máxima de 36 ºC en el Mar Rojo y una mínima de - 2 ºC en el Mar de Weddell, en la Antártida. La distribución de temperatura de las aguas depende de la radiación solar y de la mezcla de las masas de agua en el océano.
La salinidad de las aguas superficiales depende principalmente de la diferencia entre la evaporación y la precipitación. Otros factores menos importantes son el congelamiento y el derretimiento del hielo marino. En zonas de alta evaporación, tales como el Mar Rojo, la salinidad puede ser tan alta como 40 ‰, mientras que en mares como el Báltico, la salinidad puede llegar a ser de sólo el 6 ‰. En la mayor parte de los mares, sin embargo, el rango de salinidad varía entre 33 y 37 ‰, con un valor promedio de 35 ‰. Los valores más altos de salinidad ocurren cerca de las áreas tropicales áridas; mientras que los valores más bajos se presentan cerca de las regiones polares.
El Atlántico Norte es bastante más cálido y salino que el Pacífico Norte: en la franja latitudinal 45º N – 60º N, el Atlántico Norte tiene una temperatura media superficial de 10 ºC y una salinidad de 34,9 en la franja latitudinal 45º N – 60º N, el Atlántico Norte tiene una temperatura media superficial de 10ºC y una salinidad de 34,9 ‰, mientras que el Pacífico Norte tiene una temperatura de 6,7 ºC y una salinidad de 32,8 ‰. Esta salinidad más elevada es debida a que el Atlántico Norte tiene más evaporación que aportación por las lluvias y escorrentías, tiene una salinidad mayor que el océano Pacífico: esta es la principal causa de que las corrientes termohalinas sean significativamente más importantes en el Atlántico que en el Pacífico.
Con estas bases, en próximas entradas entraremos en el detalle de la circulación termohalina.
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